Hoy se cumplen cinco meses del ingreso en prisión del expresidente provincial del PP y de la diputación, Carlos Fabra, quien cumple condena de cuatro años por fraude fiscal en el centro penitenciario de Aranjuez. En todo este tiempo, no ha habido ninguna novedad sobre el recurso de amparo que interpuso ante el Tribunal Constitucional (TC) con el objetivo de evitar la entrada en la cárcel. La sala competente no ha decidido ni siquiera sobre su admisión a trámite.

Desde el Tribunal Constitucional confirmaron a este diario que todavía no se ha abordado el recurso que interpuso en septiembre Carlos Fabra en su penúltimo intento por esquivar o al menos retrasar la entrada en la cárcel. De forma paralela, presentó al Gobierno la solicitud de indulto, que fue denegada.

Lo lógico es que cuando Fabra pidió el amparo del Constitucional le instara también a suspender cautelarmente la ejecución de la condena hasta la resolución del recurso. Fuentes jurídicas explicaron que si el Constitucional ni siquiera se ha pronunciado sobre la admisión o no a trámite del recurso es porque no ha visto opciones de decretar la suspensión de la pena. Es complicado que el recurso de Fabra prospere porque tiene que demostrar que a lo largo del juicio hubo una vulneración de derechos fundamentales. Entra dentro de lo habitual que el Tribunal Constitucional no se haya pronunciado sobre el recurso de amparo ocho meses después de la interposición.

Hoy se cumplen cinco meses del ingreso en prisión del exmandatario provincial. Fue el pasado 1 de diciembre cuando se presentó en el centro penitenciario Madrid VI, ubicado en Aranjuez, para cumplir la condena de 4 años. Fuentes de su entorno aseguran que la estancia en la cárcel discurre con normalidad, sin sobresaltos ni conflictos. Permanece en el módulo 3 tras pasar los primeros días en el de Enfermería. Lo visitan con periodicidad sus familiares más cercanos, principalmente sus hijos. De hecho, su hija mayor, la diputada Andrea Fabra, se dio de alta de nuevo en el Colegio de Abogados de Castelló para poder visitar sin restricciones a su padre en la cárcel.

Permisos de salida

Una vez cumplida la cuarta parte de la condena, dentro de cuatro meses aproximadamente, Fabra podrá solicitar permisos de salida. Con el segundo grado se pueden llegar a disfrutar de 36 días al año y, con el tercer grado, 48 días. El tope máximo de duración de cada permiso es de siete días. Es la Junta Técnica del centro penitenciario la encargada de concederlos tras valorar la evolución del solicitante y comprobar que cumple los requisitos.

Fuentes cercanas al político manifestaron su convencimiento de que no saldrá de permiso antes de las elecciones generales para no causar revuelo. La futura obtención del tercer grado está supeditada a que Carlos Fabra pague los 1,4 millones de euros que establece la sentencia entre multa e indemnización. Su concesión supone que el condenado goza de un régimen de semilibertad en un centro de inserción social.

El expresidente provincial tuvo que ingresar en prisión en cumplimiento de la sentencia que le condenó, en noviembre de 2013, a una pena de cuatro años de cárcel por otros tantos delitos fiscales. Fabra fue declarado culpable de haber defraudado cerca de 700.000 euros a Hacienda, en los ejercicios fiscales de 1999 a 2003. Agotó todas las vías legales a su alcance para frenar la entrada en la cárcel, que se consumó el pasado mes de diciembre, 11 años después del estallido del caso.