80 cruces de piedra repartidas en 35 poblaciones y aldeas estudiadas al detalle por Francisco Medina. Ayer se presentó en la Fira del Llibre de Castelló «Las cruces monumentales de piedra de la antigua Bailía de Morella (s.XIV-XXI)», que recopila un gran volumen de información sobre «els peirons» existentes en las tierras del norte de la provincia de Castelló.

El estudio se centra en la zona de influencia de unos de los principales centros de producción artística allí existentes, como es la ciudad de Morella. El ámbito territorial conocido como Bailía de Morella estaba formado por aquellas poblaciones que dependían de la actual capital de Els Ports. El libro lo ha editado la Fundación Blasco de Alagón y lo ha imprimido la Diputación de Castelló.

Se trata de una exhaustiva e interesante obra sobre las cruces de piedra de término de las comarcas de «Els Ports», Alcalatén y Alto y Bajo Maestrazgo, conocidas como «peirons», «piurons» o «prigons».

El autor ha acotado su estudio en este territorio donde se dio el máximo esplendor de este tipo de monumentos pétreos durante el siglo XIV pero sobre todo en el transcurso del siglo XV. Francisco Medina ha conseguido contabilizar y estudiar un total de ochenta y dos cruces de piedra repartidas por treinta y cinco poblaciones y aldeas.

Las cruces monumentales son obras escultóricas dignas de admiración aunque muchas de ellas estén o hayan estado olvidadas. Els "peirons", la mayoría del siglo XV, aparecen en la geografía valenciana a partir de la reconquista de estas tierras por el rey Jaime I y fueron un signo de cristianización y conquista. La construcción de las cruces se extendió desde Els Ports y el Maestrazgo hacia la ciudad de Valencia.

Estos monumentos generalmente de piedra se levantaron en la entrada de los pueblos, en las encrucijadas de caminos e incluso en las plazas. Según José Eixarch Frasno, citado en el libro por Francisco Medina, «poseían un sentido exorcista y pretendían ser una bendición permanente de los pueblos, campos y cosechas».