Si en el complejo Portomar están en contra de que el Ayuntamiento de Orpesa quiera abrir la calle Torre Paquita al uso público, en el otro extremo del vial las opiniones son totalmente distintas. «Nos parece extremadamente bien. Esta calle antiguamente estuvo abierta», aseguró un propietario del edificio Mar de Oropesa I, natural de Madrid. El uso de la calle ha enfrentado a las dos zonas residenciales. «Si nos cierran el paso, tenemos que ir a la calle Columbretes y luego venir hasta aquí, cuando son unos 300 metros», dijo este vecino, que se mostró a favor de que el consistorio haya aprobado esta semana la continuación de los trámites para acabar con el uso restringido del vial, a pesar de que una sentencia del TSJ valenciano avaló su privacidad. Según este propietario, con el cambio de uso de la calle se beneficiarían «unas 600 personas».

Acceso

Aunque las intenciones municipales son abrir la calle únicamente para peatones, tal como se especifica en el PGOU, un vecino de Mar de Oropesa II, también de Madrid, dijo que «el cambio permitiría entrar también a ambulancias, bomberos o a personas con movilidad reducida». Este residente recordó que los dueños de apartamentos en los edificios Mar de Oropesa llegaron a recoger firmas para exigir la apertura de Torre Paquita.

El proceso para abrir la calle al uso público emprendido por el consistorio ha enfrentado a los residentes de los dos extremos de la calle, principalmente a los vecinos del complejo Portomar con los de los bloques de Mar de Oropesa. «Sabían que estaban comprando una vivienda con la salida en la calle Columbretes», explicó una propietaria de Portomar, en referencia a los argumentos esgrimidos por los vecinos de Mar de Oropesa para abrir la vía. Otros vecinos hablan incluso de «boicot» y han denunciado que se les han alterado los bombines de las vallas de acceso a la calle y han tenido que cambiarlos.