Vila-real vivió ayer una de las jornadas más especiales y llenas de devoción con la tradicional ofrenda de flores a Sant Pasqual. Entidades ciudadanas, peñas y vecinos participaron en el multitudinario acto que arrancó a las seis y media de la tarde desde la plaza Mayor para discurrir por la plaza de la Vila, la calle Mayor, San Jaime y el Rabal de Sant Pasqual hasta llegar a la plaza del patrón, enfrente de la basílica. Poco a poco el tapiz dedicado al santo se fue engalanando de color. La peña La Contra fue la encargada de ir recogiendo los ramos. A continuación, se celebró la hoguera, en la que se recuperó la tradición de depositar el garbonet de leña. Al mismo tiempo, un espectacular concierto de carrillón ponía la nota novedosa y emotiva al evento. De forma manual, Francesc Llop i Álvaro, repasó piezas de diferentes épocas y estilos como Bach o The Beatles.
Al finalizar, el homenaje festivo se trasladó hasta la Casa dels Mundina, donde se rindió tributo a las reinas de las fiestas de 1965, Inmaculada Patuel Chust, y de 1990, Maristela López Ortells, que este año celebran su 50º y 25ª aniversario, respectivamente, como máximas representantes festivas de la ciudad. La reina de este año, Laura Bovaira, y su corte de honor también fueron protagonistas en el certamen.
Un herido grave en los toros
Por otra parte, tras el parón del viernes, la jornada de ayer tuvo un marcado tinte taurino. Puntual como un reloj, a las ocho de la mañana daba inicio el encierro en el recinto de la Vila a cargo de la ganadería Germán Vidal y patrocinado por la Junta de Festes. La entrada de los cerriles fue rápida, limpia y se desarrolló sin ningún incidente. Sin embargo, durante las exhibiciones taurinas de la tarde un hombre resultó herido tras ser empitonado por el primero de los astados que se exhibieron, un toro de la ganadería de El Montecillo. Al parecer, el hombre resbaló y se cayó al suelo mientras participaba en los festejos. Se trata de J.A.T., de 30 años y vecino de Onda, que sufrió dos cornadas. Una cerca de la femoral a la altura de la cadera y otra puntada de menos gravedad en la rodilla de la pierna contraria. Fue trasladado al Hospital de la Plana, donde ingresó con pronóstico grave.
Por la noche, se celebró el bou embolat que puso el punto y final a los actos taurinos.
En cuanto a la vertiente musical, como suele ser habitual, el ambiente ayer estuvo mucho más relajado que el del primer fin de semana. No obstante, los más valientes aún tuvieron la opción de la quinta edición del Vés Gita't Festival, que organizó la comisión de peñistas en el Recinto de la Marxa y que estuvo muy concurrido.
