El Villarreal volverá hoy al trabajo tras dos días de descanso, lo que denota la poca importancia que tiene el próximo y último partido de Liga, el sábado a las 18.30 horas en el campo del Athletic de Bilbao.

Con el objetivo más que cumplido tras tener la sexta plaza y por tanto la Liga Europa en el bolsillo, la mayor motivación se encuentra precisamente en el escenario. San mamés no es un campo cualquiera, ni siquiera tras perder esa nostalgia que tenía el antiguo estadio. En el nuevo San Mamés la grada aprieta igual y más este sábado cuando los vascos se juegan quedar séptimos y por tanto tener asegurado disputar la Liga Europa la próxima temporada, ya que si gana el Barça la Copa del Rey irá el séptimo a Europa. Si ganan los leones en el Camp Nou, serán ellos los que accederán directamente a la fase de grupos de la competición europea.

Los de Marcelino irán con el conjunto culé en la final ya que de ganar sería el Villarreal el que accedería directamente a la Fase de Grupos evitando las costosas fase s previas, sobre todo por la fecha, ya que se adelantaría bastante el comienzo de las competiciones oficiales.

Pero antes hay que terminar la Liga y eso pasa por el partido del sábado en San Mamés. Pese a no jugarse nada, los amarillos quieren ser profesionales y no perjudicar en la lucha por el séptimo puesto que mantiene el Athletic con el Málaga, aún con opciones pese a que cayeron derrotados en El Madrigal el pasado domingo.

El Villarreal espera un campo lleno, ejerciendo mucha presión, algo que solo consiguen los grandes equipos y que parece que se le da bien al conjunto de La Plana Baixa ya que el balance de los enfrentamientos en el campo bilbaíno es bastante bueno, más bien similar.

Así, de los catorce enfrentamientos entre ambos, los amarillos han salido vencedores en cinco ocasiones, han empatado en cuatro y han perdido en otras cinco.

Hay igualdad hasta en el marcador, ya que el Athletic aventaja en un tanto al Villarreal, pues en estos choques ha marcado dieciséis tantos frente a los quince del submarino. Una igualdad que se ve en los tres últimos enfrentamientos, con un triunfo, un empate y una derrota. Con Marcelino no conoce la victoria ya que fue en 2010-2011, cuando se impuso por 0-1, en la campaña siguiente se registró un empate a un gol, en la 2012-2013 el Villarreal jugó en Segunda División y en el pasado campeonato ganó el equipo local por 2-0.

El partido de la pasada campaña se resolvió con dos goles marcados por Mikel Rico y Aduriz en tan sólo dos minutos, entre el 32 y el 34 de la primera parte, circunstancia a la que se unió la expulsión de Bruno Soriano poco antes del descanso.