El consistorio de Nules camina en dirección a un gobierno en minoría para el Partido Popular, ante las dificultades de que la lista más votada acceda a algún posible pacto con el resto de formaciones políticas. Asimismo, entre todas ellas cualquier pacto tendría que contar con el PSPV-PSOE y, en palabras de su líder, Adrián Sorribes, «un pacto solamente para ir en contra del PP no es posible, porque al día siguiente habrá que comenzar a trabajar y sería muy difícil hacerlo si los pactos no son para gobernar», explicó.
«Nuestro programa con el que más coincide es con el de Més Nules, pero los pactos deben hacerse para gobernar y en positivo, no para ir contra nadie», explicó Sorribes. «Una vez entremos en el ayuntamiento dejamos de ser candidatos de los distintos partidos y pasaremos a ser 17 vecinos comprometidos a trabajar por Nules, por ese motivo debemos negociar y ponernos de acuerdo entre todos para que nuestro pueblo resulte gobernable». Las negociaciones aún no han comenzado con ningún grupo, pero los socialistas se muestran «abiertos a hablar y dialogar con todos».
En Nules, el PP sigue siendo la lista más votada, con 8 ediles y a uno de la ansiada mayoría absoluta. El resto de fuerzas con representación (PSPV, con 4 ediles; EU-Más Nules, con 3; los independientes de IPN con uno y CCD, con otro edil), deberían unirse en bloque para conseguir los 9 ediles y desalojar al PP.
Respecto llegar a algún tipo de entendimiento con la lista más votada, encabezada por el hasta ahora alcalde, Mario García, el socialista reconoce que no será fácil. «Pese a que deberemos dialogar con todos, es muy difícil que lleguemos a un acuerdo con el PP, porque durante cuatro años, siempre se han rechazado las propuestas del grupo municipal socialista», reconocía Sorribes, «y en muchas ocasiones simplemente por ser propuestas nuestras, sin siquiera leerlas», añadió. Sobre los resultados obtenidos por su partido en los comicios del pasado domingo, Sorribes señaló que habían subido en 600 votos «y hemos pasado de tres a cuatro concejales, aunque aspirábamos al quinto, por eso el sabor de boca que se queda es agridulce». «Aunque por descontado, después de las dos legislaturas tan difíciles que hemos pasado, podemos estar satisfechos del trabajo», concluyó.
