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Corpus Christi

Las custodias salen a la calle

La veneración por el cuerpo de Cristo volvió a hacerse visible en toda la provincia con las múltiples procesiones en las que las custodias se sacaron a la calle, con puntos de interés como Morella, donde la tradición se prolonga durante 657 años

Las custodias salen a la calle

La provincia, tras la primera incursión en la fiesta de la capital, celebró ayer masivamente el Corpus Christi que, en puridad, se celebró el pasado jueves, 4 de junio. Ese jueves brilló más que el sol, fiel a la tradición, y también lo hicieron las custodias que ayer salieron a la calle para ensalzar el cuerpo de Cristo y el sacramento de la Eucaristía. En varias poblaciones, el día se vivió, sin embargo, con una especial devoción, por ejemplo en Morella donde llevan 657 años adorando el cuerpo de Cristo en una celebración multitudinaria y de las más antiguas de la Comunitat, ya que es sólo tres años posterior a la de Valencia.

El acto central fue la procesión que reunió a más de 150 elementos bíblicos, que dotan a este acto de una gran singularidad y simbolismo. En total, más de 300 personas participan, además de los centenares de vecinos que contemplan la procesión.

La celebración del Corpus Christi data de 1358 en Morella y, comenzó como un motivo de exaltación al Santísimo y como una forma didáctica de reconocer a los personajes bíblicos. Morella adoptó la forma de celebración y los elementos típicos del Corpus que se celebraba en Valencia y la inmensa mayoría de los que desfilan hoy en día, provienen de aquella época. Entre ellos, encontramos las distintas peanas, entre las que destacan la de los patrones de la ciudad, Sant Julià y Sant Vicent Ferrer. Los personajes bíblicos, els personatges, constituyen uno de los elementos más característicos de la procesión en Morella. Esta parte del desfile procesional es una dramatización del Antiguo y Nuevo Testamento. Entre estos elementos, se puede encontrar a Jacob y sus doce hijos, los doce apóstoles, Moisés, Aarón, Melquisedech, el Ángel San Rafael, el Arca de la Alianza, o los veinticuatro ancianos de la Apocalipsis, entre muchos otros.

En Segorbe, cosede de la diócesis junto a Castellón, la fiesta estuvo presidida por el obispo de Segorbe-Castellón, Casimiro López. Junto a él, las autoridades locales y los niños que, por primera vez han tomado la comunión, conformaron la comitiva sacra que acompañó a la custodia santa del siglo XVII, regalo de los Duques de Segorbe a la catedral, en una procesión cargada de devoción y liturgia por parte de los creyentes.

También la bandera de la ciudad, estandarte segorbino del siglo XVIII, fue porteada por el archivero de la ciudad -antiguamente porteada por el Síndico- y las asociaciones municipales.

Tras la celebración en la Catedral de Segorbe de una misa pontifical oficiada por el prelado, Casimiro López, la procesión tomó las principales calles de Segorbe que, engalanadas para la ocasión, fueron cubiertas con miles de pétalos de flores haciendo una gran alfombra a la salida de la Catedral. Abriendo camino, los seis gigantes y los cabezudos animaron el recorrido.

En Vila-real se celebró ayer la tradicional misa y procesión del Corpus Christi, una de las fiestas litúrgicas más antiguas que se registran en la ciudad. Pese a que ha habido años en los que la misa ha sido una de las eucaristías más madrugadoras de la provincia, ayer la celebración comenzaba a las diez y media de la mañana. Una cita a la que acudieron decenas de vila-realenses. Después tuvo lugar la procesión con la custodia que arrancó desde la iglesia Arciprestal.

A la cita tampoco faltaron asociaciones religiosas como la Congregación de Hijas de María Inmaculada y la Asociación de Hijas de María del Rosario. Asimismo, también participaron los miembros de la corporación y los niños que han tomado su primera comunión.

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