Hay un momento en la vida de cada vehículo en el que, si los problemas mecánicos o el abandono no le han llevado ya al desguace, pasa de viejo a clásico, y si continúa esta «salud de hierro» y este amor del propietario por lo antiguo, a histórico. Algunos de estos privilegiados se concentraron ayer en Onda.

El Pla acogió una concentración de estos vehículos. Desde las 9.30 horas hasta las 11.30, la histórica plaza, recién reformada, se convirtió en un escaparate al aire libre en el que también se conjugaron la historia del motor y las inmediatas ganas de disfrutar de la jornada. La concentración y la marcha estaba organizada por el Motor Clàssic Onda, aunque también acudieron otros clubes de la Comunitat Valenciana. En total, según explicó Paco Redón, presidente de la agrupación, participaron unos 42 vehículos y unas 118 personas.

Cualquier tipo de vehículo, según añade Redón, se convierte en clásico a los 25 años, y a partir de los 50, en histórico. Los propietarios mantienen estos vehículos «por afición», aunque tenerlos comporta una serie de beneficios fiscales. «A partir de los 25 años no pagas el permiso de circulación del ayuntamiento, aunque tienes que presentar un formulario; y partir de los 50 años, la ITV ya no tienes que pasarla cada año, sino cada cinco años».

Los coches más numerosos ayer eran los 600 y los Mini, aunque tampoco faltaron otros más recientes como el Renaul 5, el Symca, ni otros con carrocería más deportiva que despertaron la admiración de los visitantes. Tras estar media mañana en el Pla, los participantes arrancaron los motores y realizaron una ruta por los términos municipales de Onda y Ribesalbes.