El representante de ARB, Carlos Díaz, se votará a sí mismo mañana en el acto de investidura. Eso es lo que decidieron ayer los asociados de la Asociación de Residentes de Benicàssim en la asamblea en la que decidieron su postura. La junta de la asociación explicó a los presentes las tres opciones que tenían: votar al PP, votar una coalición de izquierdas o que Díaz se vote a sí mismo. Esta última opción fue la elegida por práctica unanimidad de los presentes y, como indicó Díaz al finalizar «es una forma de decir que pidamos la alcaldía, y en este sentido creo que la oferta que nos han hecho tanto unos como otros partidos no ha sido lo suficientemente valorada por nuestros asociados y piensan que en este sentido pedir la alcaldía es una cuestión de sensatez para la asociación y creen que con esto Benicàssim podrá conseguir más cosas».
La oferta tanto por parte del Partido Popular como por parte de la coalición de izquierdas Compromís (3 concejales), PSPV (3) y Ara Benicàssim (2) era una primera tenencia de alcaldía y concejalías.
Con este panorama, la única opción para que la popular Susana Marqués no lidere la alcaldía es que los tres partidos de izquierdas voten a Carlos Díaz como alcalde ya que, en total, sumarían la mayoría absoluta necesaria, fijada en nueve concejales.
Además, Díaz tampoco descartó ayer un pacto de centro derecha, «Yo entiendo que la alcaldía la podríamos conseguir si los ocho concejales de izquierdas nos votaran y que la podríamos conseguir también si el grupo PP-Ciudadanos nos votaran. Ciudadanos no ha dicho que no vota a ARB». En el caso de que ninguno de estos escenarios se lleve a cabo mañana, gobernará la lista más votada, en este caso el PP, que cuenta con ocho concejales, por lo que gobernará en minoría. En este punto, ARB podría plantearse entrar a formar parte del equipo de gobierno «no lo descartamos, todo dependerá». Díaz añadió que, «nuestra opción también puede ser quedarnos en la oposición y hacer una oposición francamente interesante porque creo que de nuestro voto dependerán muchas cosas, y podemos ser unos árbitros moderadores de muchas cuestiones en Benicàssim».
