Se va antes de que la echen. La vicepresidenta de la diputación, Esther Pallardó, presentó ayer la baja como afiliada del PP después de que el partido haya decidido abrirle expediente disciplinario por conspirar contra la cúpula provincial de Javier Moliner. Pallardó sigue la estela de su pareja sentimental, Carlos Fabra, quien tuvo que dejar el PP tras ser condenado a cuatro años por fraude fiscal y que lleva medio año en la prisión de Aranjuez.

Estaba previsto que el Comité de Derechos y Garantías del PPCV decretara en su reunión del próximo lunes la suspensión cautelar de militancia de Pallardó como paso previo a su expulsión. Todo después de que la dirección provincial del partido informara sobre las maniobras de la vicepresidenta para atacar a Moliner y al número dos de la organización, Miguel Barrachina, a través de perfiles falsos en las redes sociales.

Fuentes del PP de Castelló confirmaron que Pallardó presentó ayer la baja de manera voluntaria después de conocer que la organización regional estaba estudiando si la suspendía de militancia de manera cautelar o la expulsaba del partido.

Si la vicepresidenta era un cadáver político ahora ya está definitivamente incinerada. En abril se enteró de que el PP no contaba con ella para repetir en la lista electoral de Borriana y, por tanto, en la diputación. El batacazo del 24M le dio alas para auspiciar una revuelta contra Moliner, en la que también participaron otros cargos relegados, como la exsecretaria provincial Marisol Linares o el aún senador Vicent Aparici. Este sector crítico buscó adhesiones para forzar la convocatoria de un congreso extraordinario en el PP. También sondeó a alcaldes y concejales en su área de influencia (Plana Baixa y Palancia) para intentar colocar a afines en la diputación.

Sin embargo, la dirección de Moliner sofocó con contundencia la revuelta. Sobre todo cuando llegaron a sus manos whatsapps de Pallardó detallando su estrategia de desgaste a través de perfiles falsos en Facebook. La cúpula del PP recopiló información y la trasladó a Valencia, a la vez que la filtraba a los medios afines. En cuestión de días, se ha cobrado la cabeza de Pallardó.

Nadie alza ya la voz en el PP castellonense. Moliner ha fichado como diputado provincial al exalcalde de Onda Salvador Aguilella, desactivando así a un posible rival interno. El presidente se asegura una tranquila transición hasta el próximo congreso provincial del PP, en el que optará a la reelección.

Lideró la revuelta de Sevilla

Por su parte, Pallardó sigue el camino de su pareja sentimental y abandona el PP por la puerta de atrás. Hace tres años ya salió escarmentada cuando lideró el plante a Alberto Fabra en el congreso nacional del PP en Sevilla. La vicepresidenta fue la autora intelectual del desaire de un grupo de cargos del PP castellonense al presidente regional cuando defendía el nuevo código de conducta del PP, que afectaba directamente a Carlos Fabra.