Las sartenes y ollas no cesan de chisporrotear y humear en la pequeña cocina situada detrás del mostrador. Los olores embriagadores de las frituras y guisos caseros son el mejor reclamo para captar la atención de los cientos de viandantes que cada día cruzan el pasaje del Mercat Central y que encuentran en este bar una parada casi obligatoria para pegar un bocado.
El bar del Mercat es todo un clásico en Castelló. Lo fundó en 1972 José Bonet Amela, que sigue detrás de la barra junto a sus hijos Emilio y Silvia. El establecimiento ofrece desayunos de café con leche en vaso alto y almuerzos populares a precios razonables. El bocadillo de bacalao desmigado con cebolla y pimentón dulce es una de sus especialidades más demandadas. Hace un par de meses lo degustó el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, quien no dudó en colocarse detrás de la barra en su recorrido por Castelló. La nueva alcaldesa de la ciudad, Amparo Marco, hizo lo propio el pasado domingo tras el acto de investidura.
No desmerecen las tapas de sepia guisada, albóndigas y habas, que son pura tradición culinaria. El bar del Mercat también ofrece vermut casero, con el correspondiente chorrito de sifón. Y para rematar un carajillo ben cremaet, otra de las especialidades de la casa. El precio del almuerzo popular ronda los 5 euros.
Con estos ingredientes el bar del Mercat ha captado una clientela fiel, que se agolpa cada día en la barra y en la terraza. Hasta el verano pasado, el establecimiento ocupaba un minúsculo rincón del mercado, pero se mudó al espacio contiguo, mucho más amplio. Los planes de expansión no acaban con la mudanza. De un tiempo a esta parte, el bar acoge los sábados a mediodía actuaciones musicales en directo, amenizando el suculento almuerzo.
