A primera hora de esta mañana está previsto que comiencen los trabajos para insonorizar los cuatro calabozos de la comisaría de la Policía Nacional en Vila-real, tal como anunció ayer para este diario el inspector jefe de la comisaría, Juan Luis Cruz. Una actuación que está prevista que termine en un máximo de tres semanas y con la que se pretende poner fin a la problemática de los ruidos que no dejan dormir a los vecinos del número tres de la Calle Comunión cuyo presidente, Manuel Jordá, llegó a denunciar en varias ocasiones la situación ya que tres de las cuatro celdas lindan con el inmueble. Cruz indicó que las obras las costeará íntegramente el Ministerio del Interior aunque comentó que desconoce la cifra a la que asciende la inversión. Las obras arrancan después de los últimos trámites que se cerraron hace varias semanas cuando desde la comisaría central en Madrid pidieron algunos documentos para solicitar el permiso de obras.
Nuevas dependencias
Por su parte, Jordá señaló que la medida le parecerá bien «si me dejan dormir» y matizó que la ubicación actual de las dependencias «no es el lugar más indicado porque no reúne las condiciones», dijo. Asimismo, comentó que ayer por la mañana se acercó hasta el consistorio para intentar hablar con el alcalde de la ciudad, José Benlloch, a quien no pudo localizar ya que el munícipe no se encontraba en el ayuntamiento. «Entiendo que con la constitución del nuevo gobierno está muy atareado, pero volveré a intentar hablar con él en unos días», dijo. Y es que, Jordá quiere poner sobre la mesa del primer edil la propuesta de que el consistorio «mueva algún hilo» para establecer un acuerdo o ceder algún terreno sobre el que se construya una nueva comisaría, eso sí, apartada de la zona centro de la localidad. En una de sus últimas comparecencias en la localidad, el subdelegado del gobierno en Castelló, David Barelles, tildó la propuesta de «inviable». Esta misma propuesta es por la que abogan también los propios agentes aunque, por ahora, tienen pocas esperanzas de poder cambiarse de sitio ya que la falta de presupuesto es el principal impedimento para acometer la reubicación.
