José Benlloch es uno de los pocos alcaldes socialistas que ha conseguido una amplia mayoría absoluta para gobernar en solitario. La razón la achaca al «aval» de la experiencia y la gestión en la pasada legislatura. Reconoce cierta fuga de votos del PP hacia el suyo o hacia Ciudadanos y asegura que Héctor Folgado —portavoz del Partido Popular— aún está pagando los conflictos judiciales de la era Rubert.
¿Esperaba este nuevo panorama político en el ayuntamiento? ¿A qué cree que se debe?
Con toda humildad, sí que pensaba que nuestra forma de trabajar —con proximidad, transparencia y saneando las cuentas— nos permitiría ir apuntando en esta línea. La gente ha visto que hemos hecho las cosas mejor que hasta ahora y ha entendido que necesitábamos más tiempo para continuar con el proyecto. El resultado electoral creo que ha respondido a votos de, sobre todo, carácter local y poca línea ideológica. Según los datos que hemos manejado, dos de los escaños obtenidos por el PSPV pueden haber venido de anteriores votantes del Partido Popular.
¿En qué cree que falló el PP?
En el caso del PP, se equivocaron desde el principio con el enfoque del pacto de gobierno que firmamos en 2011. Vila-real ha sido un ejemplo de que los pactos funcionan y de que es posible entenderse. El PP pensaba que esto solo sería un accidente y solo han trabajado para destruir al equipo de gobierno y esto los ciudadanos no lo han perdonado.
¿Y Compromís y Ciudadanos?
Compromís ha hecho muy buena labor. Sí que creo que la división interna que hubo y ciertas diferencias que había entre Bloc e Iniciativa, pueden haberles pasado factura.En cuanto a Ciudadanos, ha sido la escapatoria de gente conservadora que ya no confía en un PP tremendamente podrido por la corrupción.
¿Recibió la felicitación de la cúpula de su partido?
Por supuesto, Ximo Puig y José Bono fueron de los primeros en felicitarme. También lo hizo Pedro Sánchez.
¿Cómo ha vivido las primeras semanas de legislatura?
Han sido un poco complicadas porque he estado muy pendiente de la música que sonaba fuera de Vila-real. Lo he pasado mal con algunas cosas y también con declaraciones de personas de mi partido. Me siento realmente ofendido cuando se debate el laicismo. Por supuesto, las instituciones han de ser laicas pero en un municipio como Vila-real, con una amplia tradición religiosa, yo también estoy en mi derecho de ir a las procesiones. No me gustan estos debates porque creo que están poco reflexionados.
En las redes sociales ya hay quienes han tildado de «excesivo» el número de ediles y áreas?
Hay concejalías que son departamentos que ya existían. Por lo que hemos apostado es por repartir las responsabilidades y por mejorar la eficiencia de la administración. Es mejor que haya tres ediles trabajando en un área para poder atender a los ciudadanos que uno.
¿Cree que el Héctor Folgado (portavoz del PP) debería haber dimitido?
No quiero entrar en esta cuestión. Yo en su piel sí que sé lo que hubiese hecho, pero son decisiones que corresponden también a todo el grupo municipal y él ha tenido un apoyo importante. Vivir de la política es legítimo, el gran problema es convertirse en un rehén de ella.
¿Cree que el PP todavía está pagando la era Rubert?
Por descontado. Folgado tendría que haber tenido más habilidad y, si de verdad no tiene nada que ver en los temas judiciales, haber mostrado más altura de miras y apartarse. Con la boca pequeña pero en estos últimos cuatro años ha estado defendiendo la etapa de Rubert.
¿Qué proyectos que tienen en marcha tienen más ilusión por ver acabados?
Por supuesto, la ciudad deportiva municipal pero también el proyecto del mercado central. Solo esta primera fase que estamos realizando está abriendo oportunidades muy interesantes y un potencial enorme. Para recuperar la parte de muralla que se ha encontrado, necesitamos el permiso de la Generalitat pero haremos un proyecto para ponerla en valor y buscaremos la fórmula para que la gente pueda visitarla.
¿Ya tiene alguna exigencia para la Generalitat?
Claro que pediremos cosas pero no inmediatamente. La institución se tiene que estabilizar y, además, ya no queda dinero del presupuesto de este año. Queremos ser prudentes, responsables y esperar al próximo presupuesto a ver qué es lo que incluye.
