Los médicos de la provincia de Castelló —y el resto de la Comunidad Valenciana— carecen de un protocolo de actuación específico para los casos de «loxoscelismo» provocados por la picadura de una araña como el registrado el pasado lunes en Orpesa. Según explicaron ayer fuentes del Departamento de la Salud de Castelló, el servicio de Urgencias del Hospital General «no dispone de un protocolo específico para las picaduras de araña» y, el principal motivo, es que se trata de una patología poco frecuente. De hecho, señalaron que se observan muy pocos casos como el ocurrido en Orpesa y que, de hecho, el personal del servicio era el primero caso clínico que se encontraba.
Por su parte, el Colegio de Médicos de Castelló no entró a detallar cuál sería el modo de actuar de un profesional ante un caso así pero aconsejó «limpiar la herida y acudir al centro de salud». Por su parte, desde el Colegio de Médicos de Valencia apuntaron la posibilidad de una «reacción alérgica» de la joven de Orpesa que hubiera agravado la picadura. Con todo, ratificaron que no hay protocolo de actuación y que lo aconsejable es practicar un torniquete para evitar que el veneno pase a la sangre y acudir al médico.
En cuanto a la formación, desde el Hospital General de Castelló se explicó que este tipo de patologías están incluidas en la formación de la especialidad. Cabe recordar que cuando la joven acudió al centro de salud, solo una de las médicos que estaba de guardia supo identificar rápidamente que se trataba de un «loxoscelismo» ya que ella presentó un caso clínico similar a un congreso.
Tal como informó ayer Levante de Castelló, el suceso tuvo lugar el lunes por la noche —son arañas de hábito nocturno— en un parque privado de Orpesa cuando una joven de 24 años notó que le había picado algo. Al principio no le dio importancia pero después de una hora empezó a salirle una mancha negra. Se trataba de una necrosis, esto es, la muerte del tejido, en este caso, por el veneno de la araña.
Tras acudir al centro de salud de Orpesa, la joven fue trasladada al Hospital General de Castelló donde permaneció tres días en observación para controlar la evolución del veneno ya que, de llegar a la sangre, puede ser mortal.
El tamaño de la necrosis llegó a alcanzar los ocho centímetros en apenas unas horas y el miércoles fue dada de alta.
