La sensación de días de calor sin tregua no es una percepción, es una realidad con los datos en la mano. El análisis climatológico realizado por la delegación territorial de la Agencia Estatal de Meteorología no deja lugar a la duda: estamos ante la primera quincena de julio más cálida desde que hay registros en Castelló y en el resto de la Comunitat Valenciana.

Así, con una media de 26,3 grados, la anomalía media se estima en casi 3 grados por encima de lo normal, aunque en poblaciones del interior de Castelló, como Morella o Vilafranca, incluso supera en más de 5 grados los valores normales.

La consecuencia de este calor constante es llevar aparejadas unas noches en las que los termómetros prácticamente siempre han estado por encima de los 20 grados en el litoral, lo que se viene a denominar «noches tropicales», que hace más complicado conciliar el sueño.

Otro de los efectos de esta «dorsal anticiclónica semipermanente» es el calentamiento de la superficie del mar, que se encuentra entre los 26 y los 27 grados frente a la costa de Castelló, temperatura que es aproximadamente dos grados centígrados superior a lo normal a mitad de julio. Estos valores, según el informe de la Aemet, son más típicos de finales de agosto, lo que puede provocar que las brisas marítimas que se suelen activar a partir de mediodía, en esta ocasión sean menos intensas que lo que se espera.

De cara a los próximos días se espera un ligero descenso térmico de las máximas en el interior, pero que se notará poco en los municipios del litoral. Eso sí, para la próxima semana, aunque parezca mentira, la previsión es que vuelva a apretar el calor, en especial el martes 21 y miércoles 22 de julio, con máximas que pueden superar los 36 grados en algunos puntos del litoral de la provincia de Castelló.