Son cinco chavales con una ilusión tremenda por ganarse la confianza del entrenador del primer equipo del Castellón. Para ellos es un premio estar aquí y ahora, pero no son conformistas y quieren más. Alguno más del filial podría estar en su misma situación, pero no pueden estar todos. Ramón María Calderé trabaja, de momento, con veinticinco futbolistas y en breve se unirá alguno más. Con la juventud y la ambición por bandera trabajan y se esfuerzan más que nadie para ponérselo difícil al técnico tarraconense.

Se trata de Álvaro Gómez, Pau Mateu, Marc Albalat, Gerard Hernando y Albert Pedra. Este último aún en edad juvenil y la temporada pasada debutó con el primer equipo albinegro en la Copa RFEF, como sucedió lo mismo hace dos años con Marc Albalat. Los cinco son la representación de las categorías inferiores en el Castellón, y espejo de otros muchos chavales que defiende el escudo albinegro en los escalafones del fútbol base de la entidad de la capital de la Plana.

Álvaro Gómez Solsona (Castelló, 16 de julio de 1996), que está empadronado en Ayódar, es defensa central. Alto, robusto y con unas cualidades espectaculares. Tiene 19 años, pero en el campo parece tener 29. La temporada pasada empezó en el juvenil, pero acabó tirando del carro con el filial. Atrás también está Pau Mateu Obrer (Estivella, Valencia, 7 de febrero de 1995), lateral diestro. Cumple su segunda temporada en el club. Llegó hace un año procedente del juvenil del Tavernes Blanques.

Y para el centro del campo aparece Marc Albalat Moliner (Castelló, 15 de enero de 1994). Mediocentro que conduce muy bien el balón, así como en la faceta de repartir el juego. Toda la vida en el Castellón y la temporada pasada la jugó en l'Alcora. Conoce muy bien la casa albinegra.

También están dos prometedores jugadores. Es el caso de Gerard Hernando Escoriola (Benlloch, 20 de enero de 1996). Jugador muy creativo y desequilibrante. En su caso, empezó con el juvenil, pero le subieron al Castellón B. El más joven de todos es el extremo o mediapunta Albert Pedra Calás (Vinaròs, 8 de agosto de 1998). Tiene raza de futbolista peleón. Es muy perfeccionista consigo mismo. Tiene calidad y peligro en los metros finales.