Yo vi llorar a ancianos de Montserrat viendo los abrazos de los jóvenes, fundidos en la alegría tras conseguir el último «quinze». Un 70 a 50 que lo fue tras una épica e inolvidable batalla. Yo vi llorar a nonagenarios de pueblos vecinos de Montserrat y cercanos en historia de sentimientos al ver la alegría de un pueblo unido con sus «pelotaris». Habían sido dos horas y media de una intensidad inenarrable. Cada «quinze» era un calvario de agonía, una fuerza común empujando la pelota a aquel rincón y esperar que el «pelotari» rival sufriera. Vi cómo aficionados que otras tardes alzan su voz animando, callaban y se mordían las uñas para que aquella pelota no saliese de entre los espectadores porque el Moro las saca todas. Yo vi llorar a un pueblo tras una historia heredada de los abuelos del Besó, de los tatarabuelos de Odín,— «pelotari» de la cabeza a los pies— de una familia apasionada como la de los hermanos Cerveró —¡pedazo de feridor!—; de un club como el de Alfara del Patriarca hermanado hoy con los campeones del más grande de los torneos de los clubes de «pilota» gracias a ese «pelotari» sólido, siempre seguro, que no se aturde ante la dificultad, que sostiene al equipo para conducirlo en los momentos más delicados: Pepet.

Yo ví a una entregada afición de Quart de les Valls que no dejó de animar a los suyos de principio a fin, colaborando a la remontada inicial para neutralizar un 10-30 que parecía tendencia irreversible. Vi a esa afición animar a los suyos y felicitar con sinceridad a los campeones. Deporte de «cavallers». Ví a los jugadores de Quart animarse en las dificultades ; vi a Guillermo, «enreixat en la canxa», ceder generoso al Xato protagonismo en el juego. Ví al Moro recuperar aliento y mostrarse sublime en alguna fase de especial inspiración. Ví a mujeres aplaudiendo con entusiasmo. Las mujeres se acercan a los clubes gracias a las escuelas de niños y niñas. Las mujeres ya juegan a pelota valenciana gracias a los clubes. Y sin embargo, ¿qué futuro les espera a los clubes en el nuevo orden? ¿Ha pensado alguien la potencialidad que para el futuro de este deporte encierran sus estructuras? ¿Recibirán las atenciones que merecen o seguirán siendo subalternos? ¿Nadie se ha planteado una mínima reflexión?

Montserrat y su equipo patrocinado por Lanzadera, vivieron el sábado una jornada inolvidable. Consiguió el triunfo en la categoría de juveniles, al derrotar a Electrofassar Massalfassar y en la absoluta al vencer a Kiwa Quart de les Valls No se puede pedir más. Sus jugadores son dignos herederos de Mingo el de les Màquines, el Tio Galán, Abelardo, Cirilo, El Chato, Rafa Ortiz, Marcial o Boret. Hoy, ese joven espigado con pegada diabólica que es Marc, es el líder. Si Marc no llega a figura de los trinquetes, a estar entre los diez mejores, seguramente abandonará para siempre?Hay ya infinidad de ejemplos. Terrible para este deporte perder todas esas figuras por la falta de atenciones a los generadores de ilusión.

Ha culminado el torneo grande de la «galotxa». Lo ha hecho acompañado de las máximas autoridades del deporte valenciano. Allí estaba Josep Miquel Mollà, un «valencià de Gandia que parla valencià» y que aseguraba un decidido interés en potenciar este deporte. Allí estaba el alcalde de Faura, Toni Gaspart, un seguro de vida para la pilota. Perfecta organización, dirigida por Álvaro. No faltaron ni el alcalde de Montserrat ni el de Quart de les Valls ni los mandatarios federativos.