El Benedicto XIII se llena de niños de todas las edades por las tardes hasta final de mes. La razón es el campus que organiza la Penya Barcelonista de Peñíscola. Varios monitores son los monitores de encargarse de atender a los niños. Todos ellos titulados, como Jesús que atiende a los más pequeños o Manu, entrenador del Roda, que entrena al grupo de nivel 1, además de Mauricio, Reverter y Luís Adell, todos licenciados en Educación Física y José Bollado que coordina el curso estival.

Cada uno de los grupos está dividido por edades. Bollado comentó que «los grupos los formamos en función del número de niños que vienen cada semana. Este año son cuatro. El primero acoge a los más pequeños, de cuatro a seis años, donde se trabaja el apartado de psicomotricidad. Después tenemos dos grupos, uno de 8 a 10 años y otro de 11 a 12, y un cuarto para mayores de 12 años. Con ellos se trabaja individualmente y después en grupo, según el nivel futbolístico de los chavales participantes».

Bollado señalaba que «esto no es un campamento o una guardería. Aquí vienen a aprender futbol, que es lo que les gusta. Comenzamos con unos rondos y apartados de aprendizaje, como el juego de cabeza, el uno contra uno o el pase largo y terminamos las jornadas con unos partidillos para desarrollar todo lo aprendido durante la tarde. Hay un apartado que les gusta mucho que es el lanzamiento de penaltis. Se hace por grupos y se van tomando puntos para darles un trofeo a los mejores lanzadores».

Para los porteros, «dos días a la semana viene un entrenador para estos chavales, que no son muchos. Todos quieren marcar goles, pero los que se presentan trabajan con un entrenador aspectos técnicos, aparte que en los ejercicios de finalización de jugadas, son los porteros los que más trabajan».

Fidelidad de los participantes

«Estamos contentos de la fidelidad, porque muchos repiten año tras año e incluso tenemos a varios jugadores de otras autonomías o extranjeros cuyos padres están aquí de vacaciones», explicó Bollado. «Los que comienzan en muchos casos acaban jugando en los equipos de la comarca al entrarles el gusanillo», añade.

Se trata de un campus de cuatro semanas de duración, en el que hay jugadores que se apuntan todo el mes, pero la mayoría están en funciones de las vacaciones. El final del campus será el viernes 31 donde todos los participantes recibirán su diploma y regalos del FC Barcelona.