En pleno debate sobre el modo de atacar la plaga de mosquitos que se extiende sin control por los municipios de Castelló, cobra vigencia la campaña de la Fundación Limne para recuperar la población de murciélagos. Estos mamíferos voladores constituyen un eficaz plaguicida, al devorar cantidades ingentes de insectos.

Desde hace tres años, biólogos de Limne y voluntarios ambientales desarrollan un proyecto de seguimiento y construcción de refugios para las distintas especies de murciélagos que habitan en la Comunitat Valenciana. El objetivo de la iniciativa es recuperar aquellas especies amenazadas de quirópteros y fomentar la lucha biológica contra plagas como la del mosquito tigre y la mosca negra.

El colectivo conservacionista subraya los beneficios que los murciélagos reportan al hombre. En los últimos años, ha crecido el interés por el papel que estos mamíferos pueden desempeñar como controladores de insectos. «Si bien en nuestro país aún escasean los estudios, en el Delta del Ebro los murciélagos han demostrado ser muy efectivos en la lucha contra la polilla del barrenador del arroz. Se ha calculado que en esa zona suponen un ahorro en pesticidas cercano a los 21 euros por hectárea», explican desde Limne. Otro informe refleja que cada murciélago captura aproximadamente ocho insectos por minuto durante su jornada de caza y que consume cada día una cantidad equivalente a su peso. De ahí que la recuperación de las especies autóctonas se erija en un eficaz método de lucha biológica contras las plagas.

Limne fomenta la instalación de refugios y cajas nido especialmente diseñadas para estos mamíferos. Organiza jornadas prácticas en las que enseña a construir un par de modelos sencillos. Hay grupos de voluntarios en varios municipios de la provincia, como Vila-real, Nules, Almassora y Borriana, entre otros.

Seguimiento

Por otra parte, la Fundación Limne lleva a cabo un proyecto de seguimiento de murciélagos. La metodología es simple y permite que cualquier persona, sin un conocimiento exhaustivo en la materia, pueda sumarse a la iniciativa. Los quirópteros se rastrean con un detector que «traduce» el sonido inaudible que generan cuando cazan. Y es que estos animales utilizan ultrasonidos para orientarse en el espacio y localizar a sus presas (similar al sónar de un barco). Cada especie tiene un tipo de llamada característica (en cuanto a sonido, intensidad, frecuencia...) y estas llamadas son las que se aprovechan para identificar los murciélagos sin necesidad de capturarlos. Con este proyecto se pretende saber más sobre la distribución geográfica y tomar medidas para su futura conservación.

Especies autóctonas

Todas las especies de murciélagos valencianos están protegidas, pero hay dos declaradas en peligro de extinción: el murciélago patudo, del cual existe en la Comunitat Valenciana más del 60% de la población mundial, y el de herradura mediano, cuya regresión ha sido muy acusada en los últimos años.

Según datos de la Conselleria de Medio Ambiente, la población censada de murciélagos aumentó un 35 por ciento durante el pasado año 2014. Todas las especies, excepto el murciélago ratonero patudo y el ratonero ibérico, presentaron censos por encima de la media. Destacan especialmente el murciélago mediterráneo de herradura, el grupo de los myotis grandes y el murciélago de cueva.

Los censos se realizan en la época de cría, durante el mes de junio. Se llevan a cabo en las entradas de las cavidades mediante grabación de vídeo con luz infrarroja y detector de ultrasonidos.

Hallazgo en Artana

Hace tres años un grupo de montañeros de la Vall d'Uixó descubrió en el término de Artana, en plena Serra d´Espadà, la mayor colonia de murciélagos de cueva de la Comunitat Valenciana, con más de 23.000 ejemplares.