Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La Vall subirá la tasa de alcantarillado para acometer una obra imprevista

El incremento será de 1,8 euros al trimestre, aproximadamente, para una familia de cuatro personas

La Vall subirá la tasa de alcantarillado para acometer una obra imprevista

El pleno del Ayuntamiento de la Vall d'Uixó aprobará el próximo miércoles 29 de julio un aumento de la tasa del servicio de alcantarillado que presta la empresa Facsa tras encontrarse con la «necesidad» de acometer obras en las redes de aguas residuales y pluviales que suponen un sobrecoste de casi 110.000 euros.

Según explicó la concejala de Urbanismo, Antonia García, los problemas se han situado en los hallazgos arqueológicos de la calle Montebello y en el desvío del barranco subterráneo bajo las parcelas del IES Honori García y del polideportivo municipal. García señaló que la subida prevista para una familia de cuatro miembros que consuma 30 metros cúbicos será, aproximadamente, de 1,8 euros al trimestre y para una familia de dos personas que consuman 15 metros cúbicos no llegará a 1 euro cada tres meses. La concejala de Urbanismo señaló que en el pliego de condiciones del contrato con Facsa se prevé la revisión de la tasa por cuestiones extraordinarias, «como son las dos obras en las que han surgido los problemas».

Los motivos del incremento de la tasa tienen dos enclaves concretos. El primero, se trata de la finalización de la obra de mejora hidráulica de la calle Montebello, donde tras el hallazgo arqueológico de una serie de viviendas de origen anterior a la conquista cristiana, un informe de la Unidad de Inspección de Patrimonio Arqueológico, obliga a reducir el diámetro de los colectores, reconsiderar su trazado, excavar al completo la zona y cubrir los restos con geotextil y arenas para disminuir la afección sobre estos restos.

La otra actuación que supondrá un gasto adicional al previsto inicialmente es la del desvío del Barranquet, necesario para la construcción del nuevo IES Honori Garcia. En este caso la sorpresa ha llegado tras abrir el aliviadero de la calle Belcaire que pasará a ser la nueva conducción de aguas residuales tras las obras y que, actualmente, se encuentra en mal estado, es decir «como si estuviera podrido, para entendernos coloquialmente» según afirmó García.

Además, se han detectado desconchones que dejan al aire las armaduras y zonas donde el hormigón cae porque no existe el recubrimiento necesario. La actuación supondrá eliminar el hormigón suelto y el óxido, limpiar el soporte para eliminar los restos y aplicar manualmente una protección a todo el aliviadero.

Compartir el artículo

stats