Vila-real quiere convertir la planta superior del futuro Mercado Central de la localidad en un espacio «de ocio y restauración», según explicó ayer el primer teniente de alcalde de la ciudad, Pasqual Batalla. Pese a que se trata de una primera idea, el proyecto se abrirá a las sugerencias de vecinos y profesionales del sector de la arquitectura o la construcción. «Escucharemos todas las voces y estamos abiertos a cualquier propuesta», dijo.
La intención del equipo de gobierno es que la nueva infraestructura «compagine el carácter comercial con la restauración y sea un edificio moderno, funcional y que ponga en valor el BIC», subrayó. Por ahora, la iglesia Arciprestal (declarada Bien de Interés Cultural en 2005) ya puede contemplarse en buena parte de su magnitud dado el avance de las obras de la primera fase del proyecto, que están demoliendo los viejos juzgados. La propuesta también incluye la construcción de dos plantas para aparcamiento que podrían dar cabida a unas doscientas plazas. En cuanto al número de puestos comerciales, Batalla explicó que «no queremos hacer crecer el mercado en número, sino potenciarlo». Es por eso, que se baraja mantener entre diez y doce paradas la venta tradicional y crear entre seis y ocho plazas para puestos de restauración.
El consistorio ya ha hecho números y prevé que la obra se prolongue durante un año y medio o dos años y ascienda a unos cuatro o cuatro millones y medio de euros. La «voluntad» es comenzar con las obras en esta legislatura aunque son conscientes de que el presupuesto municipal es «ajustado». Asimismo, Batalla recordó que la Generalitat «aún nos debe dinero, que vamos a reclamar y que nos permitiría hacer muchas más cosas», señaló.
Por el momento, los adjudicatarios de las paradas del mercado continuarán siendo los mismos hasta que se saque una nueva plica junto con la apertura del nuevo mercado. Pese a que en agosto del próximo año finalizan las concesiones, estas «se renovarán automáticamente hasta que volvamos a sacarlo a concurso», comentó Batalla.
Respecto a la ubicación provisional de los comerciantes mientras duren las obras, el edil no quiso desvelar el lugar «consensuado» con el sector para evitar que aparezcan detractores. Todo parece indicar que el emplazamiento no estará alejado de la zona centro, como ya pidieron en su día los actuales concesionarios de las paradas del mercado.
También en materia económica, la nueva edil del área, María Dolores Parra, avanzó que, junto la Unió de Comerç de Vila-real, están estudiando realizar una campaña para captar nuevos clientes del comercio local y no tanto invertir en premiar y fidelizar a quienes ya compran en el pequeño comercio de la localidad.
Por último, tanto Batalla como Parra señalaron que continuarán solicitando programas para el fomento del empleo. Ayer mismo se clausuró la séptima edición del taller de empleo que, este año, los 24 alumnos han contado con el certificado de profesionalidad.
