Como una ola, que diría la Jurado. Así llegaban ayer los «sounders» a la playa de Borriana, dónde se escucha por sexta vez el pistoletazo de salida del Arenal Sound. El evento, marcado con muchas equis y de muchos colores por buena parte del público nacional amante de la música y la fiesta, espera para la edición de este año unos 50.000 asistentes diarios, de récord.

El perfil del «sounder» sigue siendo nacional, de entre 18 y 22 años, y obviamente, con ganas de fiesta. La estrategia del festival, que combina grandes nombres de artistas internacionales, precio «low cost», y ubicación casi inmejorable, atrae a los jóvenes españoles.

La jornada de ayer y la de hoy serán el aperitivo antes de la apertura del Desperados el jueves, por lo que se respiraba una sensación de relativa calma, que permite al «sounder» disfrutar con menos estrés del festival. Ya llegarán los cuatro días grandes, en los que cada momento parecerá ser el último, y se forzarán alma y cuerpo al duro castigo que implica ser joven.

Desde temprano, muchos «sounders» llegados de diferentes rincones del territorio nacional empezaron a llenar paulatinamente el recinto. Para algunos, como Mario, es día de aclimatación. «Hemos llegado esta mañana. Venimos de Galicia y llevamos muchas horas de viaje. Ya hemos recogido las pulseras pero hoy intentaremos tomarlo con calma». Sus amigos no parecen tan convencidos con el plan, algunos le abuchean, otros le llaman viejo. Él responde marcando los bíceps.

Y es que en el Arenal, la alegría que transmiten los asistentes, tiene su vivo reflejo en las escenas de camaradería y compañerismo de aquellos que se encuentran por fin, tras una larga mañana de preparativos, en las puertas del recinto de conciertos. Tomás, joven de Nules, dado por perdido por sus amigos, se reencuentra con el grupo y estallan en una explosión de júbilo. Los cánticos contagian la muchedumbre, que empieza a cantar y a saltar como si se hubiese conseguido la Champions League. Esas pequeñas historias, a veces anónimas, otras, como en este caso, documentados con nombre y localidad, son las que hacen del Arenal lo que es.

Para la gente de Borriana, por su parte, empieza ese período anual que causa cierta división de opiniones. Se trata de una inyección económica muy importante para la ciudad, pero los vecinos de la playa no niegan que causa cierto trastorno en sus quehaceres diarios. Desde los comercios, la llegada del Arenal Sound es celebrada, y algunos de ellos opinan que sería un error eliminar el festival.

En cuanto al tema musical, que se supone lo importante, la música electrónica más comercial tiene la nota dominante con Colin Peters abriendo el festival en el Hawkers Stage, Correos inauguró el Inside Stage a base de Power Pop, y a destacar la presencia de Belöp y Mujeres en el Red Bull Tour Bus. Brian Van Andel, DJ y productor de EDM se encargaron de cerrar el primer día de Arenal.

Por otro lado, el grupo Compromís del Ayuntamiento de Borriana informó ayer de que había devuelto las entradas que la organización facilita a los miembros de la corporación de forma gratuita, desmarcándose de lo que venía siendo habitual en ediciones anteriores.