El gobierno progresista de Castelló esgrime un impacto económico de 675.000 euros de los «bous al carrer» que se celebran en la capital de la Plana para avalar la continuidad de estos festejos, que han sido cuestionados por Castelló en Moviment, socio en la sombra del bipartito.
En una respuesta al partido emergente, el teniente de alcalde del Grau, Rafael Simó, subraya que Castelló celebra 90 festejos al año y expone una estimación realizada en base a los datos de la Conselleria de Gobernación respecto a los actos taurinos organizados en la Comunitat. No obstante, admite que «los datos económicos no se pueden precisar de forma concreta ante la falta de cifras directas», y aduce que se trata de una extrapolación de informes elaborados por organismos públicos, que incluyen datos provinciales y no por municipios.
En el caso del Grau, Simó resalta que entre los principales beneficiados de los actos taurinos se encuentra el sector de la hostelería, «tal como constata el incremento de la actividad en esas fechas, el exceso de residuos sólidos urbanos y las contrataciones labores de refuerzo en establecimientos», indica.
El teniente de alcalde avala unos festejos que genera disensiones entre los partidos de izquierdas que sustentan el equipo de gobierno. Castelló en Moviment preguntó en julio, tras la muerte de un hombre en las fiestas de Sant Pere, sobre los costes y beneficios de los «bous al carrer» en la ciudad, y abogó por abrir un debate público en torno a la pervivencia de una tradición que calificó de «extemporánea». El vicealcalde, Enric Nomdedéu, se desmarcó entonces de posibles prohibiciones pero instó a retirar las ayudas directas de los festejos taurinos.
En este sentido, Simó niega la existencia de subvencioness directas a los festejos taurinos del Grau y especifica que la financiación municipal se destina a las fiestas de Sant Pere en general. Es la Comisión de Fiestas del Grau la que organiza el programa de fiesta de forma autónoma, añade. Respecto a las cantidades «que de forma indirecta se destinan a estas fiestas -agrega Simó-, desde los servicios técnicos se precisa que no han tenido un coste extraordinario y que se han financiado con cargo al presupuesto municipal».
El grupo socialista, al que pertenece Simó, vuelve a hacer una defensa cerrada de los toros de calle e insiste en que se tratan de una tradición de Castelló. En su escrito, el regidor socialista destaca que esta fiesta «está enraizada en una parte de la población» y asevera que «está sujeta al cumplimiento de la legalidad por lo que hace a la seguridad del público asistente y el respeto a los animales que participan en los festejos». Durante Sant Pere, el teniente de alcalde abogó, además, por ampliar la «vila» e instalar más «cadafals» ante el incremento de asistentes en las celebraciones graueras.
Enric Nomdedéu subrayó, por su parte, el hecho de que el ayuntamiento eluda subvenciones directas, tal como defendió en julio, y eludió polemizar con sus socios de gobierno. Hace un mes, el edil de Compromís apostó por retirar las ayudas y aumentar la vigilancia a fin de evitar un maltrato a los animales.
