El nuevo equipo de gobierno de Castelló ha rematado el polémico PAI Mestrets tras haber sido anulado por la justicia. Pero los diez años en los que se prolongó su tramitación han pasado factura en el barrio. Algunos propietarios abandonaron las viviendas ante el anuncio del PAI, mientras el resto de la barriada ha sufrido un proceso de degradación.
La asociación vecinal de Mestrets-Borriolenc, que consiguió paralizar el proyecto en los tribunales, mantuvo recientemente una reunión con el vicealcalde, Enric Nomdedéu, y el concejal de Urbanismo, Rafael Simó. Mestrets trasladó la urgente necesidad de acometer un plan de regeneración de la zona. El barrio acumula solares y casas abandonadas que, además de ofrecer una imagen deprimente, cuentan con maleza y escombros, según los vecinos, que también denuncian la existencia de «okupas».
«Antes te asomabas y veías verde, ahora ves huertos abandonados con hierbas que superan mi cintura», señalan desde Mestrets-Borriolenc.
Los vecinos reclaman mejoras del entorno y, entre otras propuestas, plantean el desarrollo de huertos urbanos. Los munícipes del PSPV y Compromís, según las mismas fuentes, mostraron su predisposición a adecentar Mestrets.
Anulación del PAI
Sobre el programa urbanístico (que preveía 6.000 viviendas), reiteraron su intención de paralizarlo definitivamente, tal como acordaron en el programa de gobierno. Explicaron su propósito de revisar las condiciones urbanísticas de la zona en el futuro en el PGOU, aunque desde el colectivo vecinal admitieron la dificultad de introducir cambios en las categorías de suelo de Mestrets. Cabe tener en cuenta que hubo propietarios que vendieron sus propiedades a promotoras y entidades financieras pensando que se iba a hacer el PAI. El ayuntamiento apuesta por un urbanismo sostenible, pero un cambio de parte de la superficie urbanizable a rústica podría provocar recursos judiciales por parte de los compradores del suelo.
