La falta de inversión por parte de la Diputación de Castelló, la Generalitat y las confederaciones del Ebro y el Júcar ha propiciado que como cada mes de agosto Ares del Maestrat vuelva a necesitar cubas de agua para abastecerse. Cada día llegan al municipio ocho camiones cisterna con 18.000 litros de agua cada uno para satisfacer las necesidades del municipio.
Los camiones tienen que efectuar una complicada maniobra por las estrechas y empinadas calles de la localidad para poder conectarse a la manguera que lleva el agua hasta el viejo depósito situado en la Mola.
A principios de agosto, el alcalde de Ares, Abelardo Tena, ya apuntó que, de no producirse lluvias importantes durante el mes, la previsión era que las cubas serían necesarias. Y así ha sido. Ayer llegaron las primeras.
El alcalde explicó, como hace cada verano, que el barranco de los Molinos, manantial natural que lleva el agua al pueblo, tiene un caudal irregular, que depende en demasía de las lluvias. «Cuando se producen fuertes precipitaciones el manantial sería suficiente para llenar varios depósitos. De hecho llena sin problemas el depósito general y una balsa para ganadería», señaló.
Desde el ayuntamiento llevan años pidiendo a la diputación, la Generalitat y las confederaciones del Ebro y el Júcar -Ares está en ambas vertientes- que construyan un depósito de mayores dimensiones que evite el desperdicio del agua que entraría por simple decantación.
Según el alcalde, «parece que las administraciones no estan por esta labor y prefieren perforar un pozo a gran profundidad». Esta infraestructura supondría un mayor coste para el abastecimiento de agua. En estos momentos, el agua ya se bombea hasta el pueblo desde el fondo del barranco de los Molinos. Un nuevo bombeo encarecería todavía más el coste del suministro.
No obstante, lo que será más caro será el transporte de las cubas de agua. La institución subvenciona la llegada de las cubas, pero el consistorio, con menos de 250 vecinos, también tendrá que hacer frente a una parte de los gastos. Cuando llegue septiembre el consumo de agua descenderá ya que muchos veraneantes marcharán a sus respectivos lugares de origen.
Otro municipio que está en el límite es Vilafranca donde, por el momento, han salvado el verano sin las cubas. No obstante si no se producen lluvias de manera inminente podrían llegar los camiones.
Los problemas hídricos en el interior de Castelló persisten desde hace una década, aunque algunos pozos realizados en los últimos años han reducido los problemas hídricos. Los estudios geológicos muestran la existencia de una importante balsa de recursos subterráneos del Maestrat, pero las diversas administraciones han demorado sus planes de inversión por falta de financiación. Como parche provisional la diputación recurre al envío de cubas a los pueblos sin abastecimiento.
