Benicarló despidió ayer sus fiestas por todo lo alto, con una lluvia de confeti y fuegos artificiales. Toneladas de papelitos de colores, lanzados desde las carrozas de las integrantes de la Corte de Honor, inundaron, ayer las calles de la localidad en una fiesta a la que se sumaron cientos de vecinos.
Camille, Leyre, Laia, Marina, Noray, Andrea, Blanca, María, Mar Libertad, Carmen, Celia, Raquel, Ana y Maricint se esmeraron con el confeti y las serpentinas hasta llenar las calles del centro de diversión y animación.
Por su parte, las figuras de los gigantes Tolo y Mar, junto al resto de integrantes de la Colla de Gegants i Cabuts y la Colla de Dolçainers de Benicarló, acompañaron a las carrozas durante el circuito que conformaron las calles Pintor Sorolla, Plaça Constitució, Pius XII, Crist de la Mar, Joan Carles I y Ferreres Bretó para este desfile, que se consolida año tras año como una de las citas más divertidas y participativas del programa.
Tras de sí quedarán en el recuerdo nueve días de actos repletos de música, gastronomía, cultura, toros, deporte y diversión. La noche previa los integrantes de Efecto Pasillo hicieron las delicias de sus seguidores del Maestrat, que bailotearon sus pegadizas canciones. A su vez, el humorista valenciano Eugeni Alemany visitó al localidad para representar su espectáculo 'En persona guanye', que reunió a cerca de 500 personas en el Auditorio Pedro Mercader de la localidad.
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Antes del desfile de las carrozas y la batalla de confeti, el epicentro de la fiesta se concentró en la plaza de Sant Bertomeu, donde estos días se ha ubicado el mercado romano de la localidad, que ha estado organizado por la Farigola y que ha contado con propuestas ecológicas. La propuesta ha venido acompañada de talleres de papel, macramé, cuentacuentos, un taller de esparto y otro de cerámica. Por la tarde los más pequeños disfrutaron de sesiones de pintacaras y tuvieron lugar talleres de globoflexia y madera.
Muchos vecinos aprovecharon para acercarse al recinto para probar cervezas artesanas, crêpes, comida asiática, dulces árabes o los productos de la pulpería.
Por la noche el plato fuerte fue un concierto de habaneras a cargo del veterano grupo de Vilafranca del Penedès, 'Xaloc' en la playa del Morrongo. La sesión, con más de 30 años de trayectoria, sirvió para rememorar el pasado comercial y de aventura en ultramar de muchos pueblos mediterráneos que viven junto al mar. El público rió y participó de las canciones tradicionales y humorísticas.
