El nuevo falso techo de la cocina y el comedor del colegio Eleuterio Pérez de la Vall d'Uixó comenzará a instalarse el próximo lunes, por lo que, salvo imprevistos, la caída de parte de esta estructura no afectará al inicio del curso escolar, ni tan siquiera por lo que respecta al uso de las instalaciones afectadas.
Fuentes municipales han confirmado que está previsto que el comedor empiece a prestar servicio a los alumnos del centro a partir del día 15 de septiembre, lo que no supondría un retraso como consecuencia de este incidente, dado que esta es la misma fecha de apertura en la gran parte de los colegios de la ciudad.
Los trabajos de retirada del falso techo de las áreas dañadas finalizaron ayer y está previsto que las catas en el resto del edificio se completen hoy como tarde, por lo que solo quedará esperar a conocer el resultado del informe que redactarán los técnicos de Conselleria. De cualquier modo, después de las primeras valoraciones, todo parece apuntar a que el de la cocina fue un problema «puntual» y que el resto del inmueble no tiene ningún tipo de anomalía, como se avanzó ayer desde el consistorio, aunque apelando en todo momento a la prudencia hasta no conocer el informe definitivo.
A pesar de los antecedentes existentes en la ciudad, ninguna de las partes implicadas se ha planteado de momento un plan B, que tendría que ver con la posible reubicación de los alumnos en otros centros escolares, como pasó en su día en el colegio La Asunción.
De hecho, en ese sentido se manifestó hace dos días la presidenta de la AMPA, Isabel Corredera, quien pidió que no cundiera la alarma entre los padres hasta que no se conociera «la verdadera envergadura del problema». De tal manera que ni tan siquiera se comentó la posibilidad de tener que tomar decisiones drásticas sin tener toda la información necesaria.
Material más ligero
De este modo, los esfuerzos se centrarán a partir de ahora en reparar las instalaciones afectadas por el derrumbe. Ante la necesidad de sustituir todo el falso techo de cocina y comedor, los técnicos han optado por un material acústico, mucho más ligero que el existente hasta el momento, con estructura desmontable formada por placas de aproximadamente 10 gramos, lo que también tendría un carácter preventivo.
Cabe recordar que el derrumbe se produjo a lo largo de la tarde y noche del día 30 de agosto, dado que ese mismo día por la mañana, el director, el jefe de estudios y la secretaria del colegio, abrieron el edificio y revisaron todas las instalaciones sin que se detectara ningún problema en la cocina. Al volver al día siguiente fue cuando se encontraron con los restos de falso techo en el suelo y sobre el mobiliario de estas instalaciones, poniéndose en contacto de inmediato con la Dirección Territorial de Educación y el Ayuntamiento.
