Iberdrola despejó ayer las incógnitas que se cernían sobre el futuro de la planta de ciclo combinado del Grau de Castelló y anunció que mantendrá operativo el Grupo 3 de la central por la mejora de la demanda energética registrada en los últimos meses.

La empresa solicitó en noviembre de 2014 al Gobierno una autorización para desmantelar parte de su planta de Castelló alegando una caída del consumo energético. Ayer, unos días antes de que culminara el plazo legal , Iberdrola informó al Ministerio de Industria su renuncia a ejercer su derecho de cierre parcial de la central de ciclo combinado. Ya en julio apuntó este cambio de planes cuando prorrogó dos meses el plazo dado por Industria para formalizar la clausura. Los 53 trabajadores del Grupo 3 continuarán en el Grau y no serán recolocados en otros lugares, que era la alternativa que barajaba la firma en caso de cierre. Para volver solicitar un cierre, debería iniciar de cero el proceso administrativo.

La compañía indicó que ha adoptado esta decisión tras analizar durante los últimos cuatro meses la evolución de la demanda de energía eléctrica en España y el «incipiente« repunte de la participación de las centrales de gas en el mix energético.

Así, destacó que la producción de las centrales de ciclo combinado de Iberdrola ha crecido un 65 % a lo largo del primer semestre de este año respecto al mismo periodo del año anterior, «tendencia que ratifica el incremento ya registrado en el primer trimestre del ejercicio», según las mismas fuentes. La demanda en la distribución, añadió, ha crecido en este periodo un 5,3 % en la Comunitat Valenciana. Asimismo, la eléctrica ha tenido en cuenta que esta mejora de la producción se ha producido a pesar de la disminución de la capacidad instalada de la empresa mediante ciclos combinados. «Esta decisión se enmarca en el compromiso de Iberdrola con el desarrollo económico y social de todas las regiones donde opera», remarcaron desde la compañía.

No obstante, Iberdrola espera que el Ministerio de Industria regule la posibilidad «de hibernar» de las instalaciones de generación de energía eléctrica ante posibles caídas de la demanda, un retraso de la nueva norma que, apuntó, «también responde al cambio de tendencia en el consumo que se está registrando en España durante los últimos meses».

Iberdrola confirma su marcha atrás casi un año después de pedir al ministerio una autorización para cerrar parte de la planta de ciclo combinado. En concreto, la compañía pidió el 21 de noviembre clausurar uno de los dos grupos del complejo energético del Grau, el número 3, que cuenta con 793 megavatios (MW) de los 1.647 MW totales de capacidad instalada de los que dispone el ciclo castellonense. Iberdrola seleccionó el grupo 3 al considerar que su posible desmantelamiento no afectaría a la seguridad del suministro eléctrico ni en España ni en la Comunitat Valenciana. De 2011 a 2013 la producción bajó de los 169.041 MW a los 50.000. El 29 de abril, Iberdrola recibió la autorización ministerial, y el 14 de julio, se propuso la citada prórroga de dos meses para determinar si procedía o no desmantelar el citado Grupo 3. El repunte económico da un respiro a la compañía, que ayer garantizó la permanencia de la planta del Grau.

Esta rectificación tranquiliza a los sectores económicos de la provincia, que se mostraban expectantes por la resolución final de la compañía.