Ramón Calderé, al menos en este arranque de la temporada, ha optado por la calma y la contención. El técnico ha decidido no hablar de los árbitros y sabe que, para alcanzar el objetivo, es mucho mejor apostar por la paciencia y oir sufrir sobre el terreno de juego que quejarse por los desplazamientos coperos o la exigencia del calendario.
Ayer, en su comparecencia semanal ante los medios, el tarraconense incidía en la necesidad de que la eliminatoria copera contra el Racing de Ferrol en tierras gallegas no pase factura a sus jugadores ante uno de los equipos más en forma del grupo, el Ontinyent. «El equipo está cansado, fundido tras hacer 2.000 kilómetros. Además, acabamos sin una recompensa que se pudo obtener», comentó Calderé que añadió que «estamos satisfechos por el encomiable trabajo realizado. Sólo faltó acierto en la finalización, en los 20 o 30 metros que dependen de los jugadores donde nos faltó terminar alguna jugada».
Estas buenas sensaciones sobre el campo y una óptima recuperación serán básicas para imponerse al Ontinyent del ex albinegro Miguel Ángel Mullor. «Lo están haciendo francamente bien. La base del equipo procede del Benigànim y atención porque son muy fuertes y en las primeras partes arrollan», señaló el entrenador catalán.
La semana más dura
El esfuerzo copero y dos partidos ligueros en apenas cuatro días, ante Ontinyent y Borriol, le hicieron asegurar que ésta es «la semana más dura de toda la temporada. Ahora que estamos fuera de la competición de entre semana, nos podremos preparar mejor para los partidos de los fines de semana». Por eso, para el duelo de mañana, le reclamó a la afición «paciencia y comprensión, que apoye y ayude a un equipo que lo ha dado todo».
Aunque ahora el Castellón afronta un pico de exigencia, con el derbi provincial del miércoles en el horizonte, Calderé quiso dejar claro que «no me quejo del calendario. Lo bueno es que la semana que viene, estaremos en igualdad de condiciones ante el Borriol, ya que juega en Elche». Además, recalcó que «hemos estado de martes a viernes sin vernos, algo que no sirve de excusa pero que condiciona los entrenamientos. Confiamos en que el equipo se recupere».
