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Calduch, más allá de la Suavina

El naturalista entroncó con la tradición valenciana de Cavanilles y prosiguió los trabajos del archiduque Salvator en Columbretes

Calduch, más allá de la Suavina

Manuel Calduch Almela nació en Vila-real en 1901, el mismo año que Ramón Serrano Suñer, nació en Cartagena, de modo que los dos fueron compañeros de curso en el Instituto de Segunda Enseñanza de Castelló. Esta sería la única coincidencia que compartían este par de estudiantes, pues uno acabó siendo botánico y masón, mientras que el otro fue ministro y filonazi. Este último dato, nada baladí, hizo que Calduch, perdida la guerra, hiciera lo imposible por no coincidir con el gerifalte cada vez que se anunciaba su visita a la Plana. Y esto mismo ocurrió en las ocasiones en las que el visitante era el general Franco, cuñado de Serrano; entonces, con la escusa de realizar alguna herborización pendiente, marchaba unos días a Peñagolosa o al Espadán.

Se dice -sin confirmación- que alcanzó el grado 33, el máximo rango dentro de una logia. Lo que sí que afirmaba el propio Calduch es que desde 1929 sólo conservaba la condición de durmiente, pues el que ingresa en la sociedad francmasónica ya nunca la abandona.

Así pues, el régimen con el que mejor podemos identificar la figura de Calduch es la República. A esta inclinación partidaria de una gobernanza democrática contribuyó la aversión que sentía por Alfonso XIII. Tanta fue la repulsión hacia el Borbón que, en el acto de ascenso al trono de Juan Carlos I, el boticari aseguró que, para que éste tuviera éxito en su reinado, sólo tenía que obrar: «igual que su abuelo, pero al revés».

Este mismo espíritu racionalista, que era tan afín a los ideales de los enciclopedistas del XVIII, también hizo que se adentrara por los caminos de la ciencia botánica y la farmacopea.

Tras los pasos de Cavanilles

Calduch se licenció en farmacia en la Universidad de Barcelona, donde frecuentó al doctor Font i Quer, catedrático que le inició en las labores de la herboristería. Pero la pasión por la flora del país ya se la había inculcado su padre Vicent, el creador del ungüent de Vila-real, más conocido por el nombre comercial de Suavina.

Ambos, padre e hijo, fueron admiradores de la obra del valenciano Cavanilles, del segorbino Pau y del archiduque austriaco Salvator, autor de la primera monografía sobre las Columbretes. Pero será, cuando se establezca en la oficina de farmacia de Almassora, cuando Calduch retomará los trabajos botánicos en los que se había iniciado en la etapa universitaria.

En esta especialidad destacó con el descubrimiento de una nueva especie de las setarias -la setaria adhaeren- en el Espadán, planta que denominó fontqueri, en homenaje a su gran maestro.

También en la posguerra, el boticari fue requerido por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas para que participara en un encargo digno de la autarquía. Al parecer, en aquellas circunstancias, el ministro del ramo se había dirigido al consejo rector del CSIC conminándole a descubrir un sustituto nacional para el caucho. «España no puede ser dependiente de esta materia tan necesaria para la circulación de nuestros vehículos» exclamó el mandamás, para concluir con el argumento: «¡Si los coches no pueden circular con goma de neumático que lo hagan con esparto, que bastante producimos en la Mancha!».

En otra ocasión, en 1959, Manuel Calduch se hallaba herborizando en las inmediaciones del Mas de Mor, en el macizo de Peñagolosa, y tras realizar la tarea, le ofreció el canasto a la masovera para que le preparara un arroz con las setas que había cazado esa misma mañana por las umbrías de la montaña sagrada. Fue entonces, mientras la mujer limpiaba los rovellons, fredolics, cama-secs y de más variedades micológicas, cuando ésta identificó un sureny, un bolet que calificó de «molt verinós» -seguramente se tratara un boletus edulis-, se asustó y le dijo al botánico: «Don Manuel, este no se'l menge; este només se'l mengen les ovelles i els catalans». Y es que los gustos del Principado ya eran muy distitos a los del resto de la Corona de Aragón.

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