La Generalitat Valenciana está decidida a reimpulsar el plan eólico, que tiene varias zonas paralizadas en Els Ports y el Maestrat. Así lo ha señalado el conseller de economía, Rafael Climent, que ayer visitó Vilafranca para pulsar las necesidades de los municipios de sus empresarios. Climent apuntó que «nos hemos encontrado que tan sólo se han desarrollado 1.200 megavatios de los 5.000 que contempla el plan eólico». Fue una de las propuestas que agradó a los alcaldes de la comarca quienes, no obstante, le reivindicaron que los beneficios que generan estas empresas repercutan más en el interior castellonense.
En la visita el alcalde de Vilafranca, Óscar Tena, le apuntó a Climent que la principal prioridad económica para la localidad es garantizar el abastecimiento de agua. Fue una petición en el transcurso de la visita que realizaron a la industria textil del municipio, principal consumidor del líquido elemento. Climent se mostró sorprendido de cómo la actividad textil es capaz de dinamizar la población.
Posteriormente, el conseller participó en una mesa redonda con alcaldes de Els Ports y empresarios de la zona, que le reclamaron que se mejoren las comunicaciones, exenciones fiscales para los negocios del interior, que se revisen tasas como la de basuras o que se faciliten los trámites administrativos, de modo que se eviten viajes a Castelló, que está a 82 kilómetros de Vilafranca.
Alcaldes y empresarios le demandaron además que la Generalitat apueste por el aprovechamiento de la biomasa y las actividades económicas relacionadas con el territorio. Climent, con sinceridad, manifestó desconocer Els Ports «ya que nunca había pasado de Borriol». No obstante apuntó que la realidad de la zona guarda similitudes con el municipio del que fue alcalde, Muro d'Alcoi.
En la visita, Tena hizo una firme apuesta por revitalizar la Mancomunitat Els Ports, «que en los últimos años, además de gestionar los servicios sociales, ha puesto en marcha talleres de empleo e iniciativas para el fomento de la actividad socioeconómica o planes estratégicos como la Agenda 21».
