El estado de ánimo de los agentes y oficiales de la Policía Local de Vila-real se está crispando debido a la situación laboral por la que atraviesan. Y es que, según denuncian desde el Sindicato Profesional de Policía Local y Bomberos (SPPLB) y el Sindicato de Policías Locales (Sipol), los miembros del cuerpo de seguridad de la localidad llevan sin cobrar el complemento de destino (acordado en el 85%) y algunos refuerzos extraordinarios desde antes del verano. En concreto, según indicaron, los impagos en relación al complemento de destino afectan a más de cien agentes y suponen una cuantía total de cerca de 18.500 euros.
En el caso de los operativos extraordinarios, hay unos 45 policías afectados, lo que se traduce en una media de diez turnos de servicio y supone una cantidad económica de, aproximadamente, 64.000 euros.
A la deuda que el consistorio mantiene con ellos desde hace cuatro meses, se suma la todavía ausencia de un reglamento concreto y consensuado que promueva la movilidad entre departamentos y la igualdad de oportunidades para acceder a determinados puestos. En este sentido, los sindicatos lamentaron que «la situación siga sin arreglarse pese a las prisas por firmar el acuerdo». «En general los agentes están bastante enfadados, también con la jefatura, que está demostrando una predisposición nula», denunciaron los afectados.
Enfrentamientos
Por su parte, el edil de Seguridad Ciudadana, Javier Serralvo, achacó los retrasos en el pago al periodo vacacional y a la constitución de la nueva corporación municipal, que se conformó el pasado mes de junio fruto de los comicios locales del 24 de mayo.
Sin embargo, estas razones no bastan para los agentes, que tildaron de «excusas» dichos motivos. En cuanto a una posible fecha para formalizar el pago de dichas retribuciones, el edil dijo que «se hará lo antes posible» y vaticinó que una parte pueda llegar este mes y la otra, en octubre. A su vez, los agentes no descartan emprender nuevas acciones de protesta. Incluso estarían dispuestos a romper el diálogo con el ejecutivo local. Desde Sipol anunciaron que no vestirán de uniforme en el acto de formación de la festividad en honor a San Miguel Arcángel, patrón del colectivo, que se celebrará el martes 29 de septiembre. Precisamente ésta fue la fecha escogida hace un año también como señal de protesta. En aquel entonces de los más de cien policías únicamente formaron una veintena de ellos. También cerca de una veintena de agentes, sin uniformar, dieron la espalda al alcalde de la ciudad, José Benlloch, durante el pronunciamiento de su discurso.
No obstante, tanto desde la Policía como desde el equipo de gobierno tiene la oportunidad de acercar posturas el próximo martes en un consejo que pretende servir para acercar posturas y establecer un reglamento. Las reivindicaciones policiales llevan casi un año sin solución desde que las protestas se intensificaron en noviembre, a pesar de que las negociaciones entre policías y ayuntamiento lleva abierta casi una década. El acuerdo, sellado el pasado mes de febrero, fue firmado por SPPLB, UGT, CCOO, USO (quien no prevé aportar borrador del reglamento) y CSIF. El consistorio también se comprometió a reconocer la compensación horaria de nocturnidad y festividad y a poner orden en la plantilla a través de la elaboración de la primera Relación de Puestos de Trabajo (RPT), herramienta que, como indicó recientemente la edil de Personal, Mª Carmen Pesudo, «está en marcha, pero quedan cosas por concretar».
