El gobierno progresista de Castelló ha superado los 100 primeros días con una gestión enfocada a la acción social. Así lo reiteró ayer la alcaldesa, Amparo Marco, en el desayuno del Casino Antiguo donde realizó un balance del ejecutivo del PSPV y Compromís. Destacó que el ayuntamiento ofrecerá 300 viviendas sociales para los afectados por desahucios y subrayó que priorizará la inversión pública frente al pago de la deuda.

«Nuestro objetivo es impulsar la ciudad y ya amortizaremos la deuda a largo plazo», manifestó Marco. La alcaldesa desgranó las políticas sociales que el ejecutivo local ha llevado a cabo en sus primeros tres meses de vida. También trasladó agradecimientos a Compromís y Castelló en Moviment, que sustentan la coalición de izquierdas -el primero dentro del gobierno y el segundo desde la oposición-. Su mandato está supeditado al pacto de gobierno suscrito entre las tres fuerzas. Marco sacó pecho por la hoja de ruta social. Resaltó el incremento del gasto en ayudas de emergencia social y en vales de compra para personas necesitadas y la apertura de comedores escolares en verano.

En materia de desahucios, remarcó que Castelló «es la primera ciudad de España que ha cerrado el círculo antidesahucios». Ello significa, añadió, que el ayuntamiento dispondrá de 300 viviendas libres destinadas a personas desalojadas. Este parque inmobiliario, explicó, procederá de pisos sociales de la Generalitat, y de viviendas vacías de Bankia y otras entidades financieras, incluso, de particulares que han ofrecido sus propiedades para los desahuciados.