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Castelló fracasa en la puesta en marcha de una red provincial de transporte

Naufragan la línea 2 del Tram, la extensión de los cercanías a Vinaròs y la conexión con el interior

Castelló fracasa en la puesta en marcha de una red provincial de transporte

Castelló vive una contradicción en materia de transporte público. Ha puesto en marcha el controvertido aeropuerto, espera la llegada del AVE y, sin embargo, ha sido incapaz de articular una red eficaz que conecte los principales municipios de la provincia y de romper el tradicional aislamiento de las comarcas interiores.

La línea 2 del Tram ejemplifica este fracaso. La Generalitat no ha desarrollado la plataforma en vía reservada que debía conectar Castelló con Vila-real, Almassora y Borriana y, en segunda instancia, con Onda, Betxí y l'Alcora a través de autobuses lanzadera.

El proyecto de la línea 2 se remonta al Plan de Infraestructuras Estratégicas de la Comunitat Valenciana de 2004 y el nuevo Consell pone en duda su ejecución al no haber margen para optar a fondos comunitarios. El gobierno valenciano culpa al anterior ejecutivo del PP de no haber realizado un plan de movilidad comarcal que era preceptivo para recibir financiación europea.

Por otra parte, la línea 1 del Tram que conecta la Universitat Jaume I con El Grau ha quedado incompleta, ya que el proyecto original contemplaba su extensión hasta Benicàssim. Las desavenencias entre ambos municipio sobre el trazado dejaron estancado el ramal, del que no se ha vuelto a saber nada.

El problema de los cercanías

Tampoco ha mejorado el servicio ferroviario de cercanías. La reivindicación de que los trenes cubran el trayecto Castelló-Vinaròs no ha sido atendida, dejando a la mitad norte de la provincia sin apenas frecuencias. A ello se une ahora la merma del servicio de la línea Castelló-Valencia por las obras de implantación del tercer carril. Hasta diciembre, la oferta de trenes ha quedado limitada para perjuicio de los usuarios.

Por último, Castelló sigue sin un sistema de transporte que vertebre el territorio y «reduzca» las distancias entre el interior y la costa. Valga como ejemplo que el trayecto en autobús entre Castelló y Morella dura dos horas, prácticamente lo mismo que el vuelo entre Londres y el aeropuerto. El coche particular se erige en el medio más práctico ante la falta de alternativas.

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