La Universitat Jaume I cumple 25 años y, pese a su juventud, ha logrado convertirse en un centro académico de referencia y transformar la sociedad castellonense. El rector, Vicent Climent, aprovechó el acto inaugural de ayer para hacer balance de la trayectoria del campus, al que definió como «el proyecto colectivo más importante que ha sucedido en Castelló en el último siglo». Entre las cifras que ilustran el crecimiento de la universidad, destaca el número de alumnos, que se ha triplicado al pasar de los 5.000 de sus inicios a los 14.000 actuales. También ha visto incrementada su oferta de estudios alcanzando 31 grados y 46 másteres oficiales, cuando sólo contaba con 11 titulaciones al principio de su andadura. En un cuarto de siglo la UJI ha pasado de tener tres centros a cinco, con la incorporación de la Facultad de Ciencias de la Salud y de la Escuela de Doctorado. Además, mantiene desde el curo 1998/1999 una universidad para mayores que en este curso rozará los mil estudiantes entre el campus de Riu Sec y las sedes comarcales. También ha crecido su área de influencia, pasando de un 7,8 por ciento de estudiantado de fuera de Castelló a un 31,7 por ciento. Por otra parte, la captación de ingresos para investigación ha pasado a ser de 10,3 millones de euros frente a los menos de 100.000 en el año 1991. También ha sido significativo el crecimiento de la universidad en materia de prácticas: en la actualidad, la UJI cuenta con 3.490 estudiantes en prácticas en empresas, una cifra muy alejada de los 222 de los inicios. Otro de los aspectos en los que la universidad ha centrado sus esfuerzos es la realización de actividades en todo el territorio castellonense, a través del Programa de Extensión Universitaria y de las distintas sedes, en las que se han conseguido más de 12.000 visitantes y participantes anuales gracias a una oferta cultural variada. Según el rector, la universidad seguirá trabajando con vocación de «velar por el progreso de las futuras generaciones y de la sociedad valenciana».

Por su parte, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, no escatimó en alabanzas a la universidad con motivo de su 25 aniversario. «Buena parte de los presentes recordamos aquellos primeros momentos de su existencia y también tenemos muy presente aquella ilusión que todos compartíamos, aquel entusiasmo contagioso que nos unía», dijo el jefe del Consell al principio de su intervención ante un auditorio abarrotado de alumnos, profesores y autoridades. «El proyecto de dotar a Castelló de un centro propio de educación superior, de una institución académica de prestigio, se hizo realidad de la mano de muchas personas. Todos queríamos hacer una universidad nueva, diferente, capaz de hacer frente a los nuevos retos y poco lastrada por el peso de la tradición o de las prácticas burocráticas. La queríamos sin hipotecas ni deudas con el pasado, con una vocación clara de progreso, de futuro», relató Puig. En este sentido, el presidente de la Generalitat recalcó el marco histórico en el que nació la universidad castellonense: «Deseábamos para ella lo mejor, porque era la nuestra, la que no arrastraba cargas ni herencias, la que habíamos creado en una nueva etapa política, en libertad, haciendo uso de nuestro autogobierno» -la UJI se creó a través de una ley aprobada por unanimidad en las Corts Valencianes el 27 de febrero de 1991-. «Es la historia de un gran éxito, el triunfo de una nueva concepción de la vida universitaria», añadió Puig, quien valoró el hecho de que fuera la primera universidad española con un servidor web público y pionera en la creación de un centro de educación y nuevas tecnologías «para potenciar la calidad de la docencia». La UJI conmemorará su aniversario con múltiples actividades a lo largo del curso que pondrán en valor su trayectoria, «este viaje colectivo a Ítaca», como la describió el rector.