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Los toros vuelven a Almassora

La primera tarde taurina de las fiestas del Roser volvió a ser un éxito de público y participación en la que las peñas reivindicaron de nuevo su apuesta por los «bous» con una pancarta que encabeza el pasacalle

Los toros vuelven a Almassora

Almassora inició ayer una semana taurina frenética en la Vila. Pese a las amenazantes nubes que cubrían la Plaza Mayor, los aficionados volvieron a acudir en masa hasta el recinto para disfrutar de la exhibición de los primeros tres astados de los diecisiete que podrán verse durante toda la semana.

Pero ya se sabe que los primeros días nunca son fáciles. Suelen aparecer los nervios y las dinámicas de funcionamiento todavía están algo oxidadas. El primer día de colegio, la primera jornada en un nuevo trabajo o una primera cita. Y los festejos taurinos de las fiestas del Roser de Almassora parecieron no poder escapar a esa máxima de la complicación de las primeras veces. Pese a la experiencia de los organizadores y especialistas taurinos, los aficionados saben que existe una parte azarosa fundamental para que las exhibiciones taurinas sean un completo éxito. «Esto es como los melones, hasta que no los abres...» se oía en el cadafal reservado para las autoridades municipales. La anécdota se produjo a la llegada de la nueva alcaldesa, Susanna Nicolau, quien en primera instancia se acomodó en la segunda fila de asientos. Advertida por otros concejales, también acabó siendo su primera vez en el primer banco del cadafal.

Una tarde de menos a más

Tras el homenaje previo al recortador local César Palacios por su trayectoria, era el ejemplar patrocinado por las penyas El Polp, Bocao, Gamusinos, Pirula, Jerga, Deklive y La Trieka quien abría el primer día de festejos. De nombre Pendolista y procedente de la ganadería Peñas Blancas, obsequió al público con una buena presencia pero se mostró algo descastado, apenas tardó unos diez segundos en desaparecer de la plaza por una de las cuatro callejuelas de acceso. Pocos momentos después, volvió a acceder en la plaza para arrancar los primeros aplausos del público tras los recortes de algunos ya experimentados taurinos como Borja o Patricio. A continuación, llegaba el turno para Enredador, un ejemplar de la ganadería Herederos de Jacinto García y patrocinado por las peñas El Barrilet, Els Penjats, El Gavell, El Retiro, La Discordia y La Turba. De nuevo un ejemplar muy bien presentado, con hechuras pero que no acabó de mostrar todo el trapío que se esperaba.

La tarde taurina se cerró con la aparición también en la Plaza Mayor del ejemplar de la ganadería Cantinuevo, en esta ocasión bajo el patrocinio de las peñas Els Vint, La Brusa, La Colla, Els Casats, Mig a Mitges, L'Aberració, El Garbo y Bufa la Gamba. Para satisfacción de los aficionados que en ningún momento abandonaron el recinto, dio más juego que los anteriores y ofreció mayor dinamismo en sus más constantes carreras a lo largo de las distintas calles que conforman La Vila de Almassora. En definitiva, una tarde taurina que fue de menos a más y que sirve como pistoletazo de salida para una semana repleta de actos alrededor de la figura del toro.

El pasacalles previo a los festejos volvió a convertirse en un auténtico arcoíris, gracias a la comunión y las ganas de celebración acumuladas durante los últimos meses por las peñas patrocinadoras de las exhibiciones. La charanga almassorina Banana Boom fue la encargada de poner las notas musicales, a las que las peñas no tardaron en responder arrancándose con distintos bailes durante todo el recorrido. Precisamente, la reina de las fiestas del Roser 2015, Paula Muñoz Caudet era quien cerraba el pasacalles. Por delante lo abría una pancarta en defensa de lo taurino como tradición y cultura propias. Eran los miembros de la Colla Els Penjats que celebraban su vigésimo quinto aniversario quienes la portaron hasta la plaza para después cederla a otras peñas que emularon una especie de vuelta al ruedo con la pancarta.

Único día sin toros

Hoy domingo es el único día de las fiestas del Roser en la que los toros ceden el protagonismo a otro tipo de actividades y celebraciones. Pese a que no se verán astados correr por las calles de La Vila, sí que está programado un encierro infantil, en el que los carretones serán los encargados de simular la presencia de los bovinos. Será a partir de las doce del mediodía en el mismo recinto taurino.

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