La sección segunda de la Audiencia Provincial de Castelló acogió ayer el juicio contra un hombre acusado de abusar sexualmente de su hija „con discapacidad intelectual„ y dejarla embarazada. Según la versión de la Fiscalía, los hechos ocurrieron en 2012 cuando la niña era menor de edad. Además, también se le imputa un delito de malos tratos en el ámbito familiar. Por todo ello, el ministerio fiscal pide una pena de 19 meses de prisión.

La vista „centrada en describir el perfil de la supuesta víctima y en la que no se analizó el perfil del procesado„ evidenció a una familia desestructurada, con varias relaciones de consanguinidad y malos tratos, ambiente en el que la supuesta víctima habría llegado a confundir «la relación de pareja con la de padre e hija», tal como aportaron algunos de los peritos. La joven declaró el pasado 22 de septiembre después de que días antes se suspendiera la primera citación del juicio por la incomparecencia de la niña. La supuesta víctima fue llevada a los juzgados por la Policía Judicial y aseguró que los hechos «no le parecían correctos», tal como señaló ayer la fiscal. Por su parte, el acusado se acogió a su derecho a no declarar.

En el interrogatorio de ayer fueron los familiares, testigos y peritos quienes contestaron a las preguntas de la fiscal, la acusación particular y la defensa. Familiares de la niña y del procesado explicaron algunas de las escenas que presenciaron durante el año que la menor vivió con su padre, después de que volviera a casa tras un periodo encerrado en la cárcel. Padre e hija se reencontraban después de diez años, aproximadamente. Reconocieron haber sido testigos de continuos episodios de malos tratos que llegaron a justificar porque la niña «no hacía caso a su padre». Además, incluso se relató cómo los «pillaron» „a padre e hija„ desnudos en un colchón.

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Otro familiar de la supuesta víctima también reconoció haber visto, y oído, los malos tratos que, al parecer, el progenitor propinaba a su hija y, con respecto a los abusos sexuales, apuntó que solamente los «oyó». «Nunca hablé de esto porque no me llevaba bien con ella», apostilló. A preguntas de la defensa, los parientes dijeron que era ella quien «buscaba» a su padre y que nunca les dijo que fuera su progenitor quien le «obligara» a mantener relaciones sexuales. A este respecto cabe señalar que el padre era conocedor de la discapacidad de su hija ya que, tal como se dijo en la sala, era él el encargado de suministrarle la pastilla que se tomaba para su trastorno de personalidad.

Hasta cuatro peritos llegaron a declarar que la joven era consciente de que mantenía relaciones sexuales con su padre e incluso se llegó a afirmar que su discapacidad psíquica no impedía su capacidad de autogobernarse en el ámbito sexual.

También aludieron a la manera con la que la menor se dirigía a su padre a quien le llamaba «marido», hecho que corroboraron los familiares.

«La niña tenía un enamoramiento del padre y confundía la figura paternal. Estaba desbordada emocionalmente. Nunca tuvo una figura que la hiciera entender la diferencia entre un padre y una pareja», relató una de las perito. Solo un perito hizo un especial hincapié en destacar la «vulnerabilidad» de la joven, independientemente de que fuera consciente o no de lo que estaba pasando. La sesión se retomará el próximo miércoles a las 12:00 horas con la declaración del último perito y las conclusiones finales de las partes.