El Ayuntamiento de Castelló aprobó ayer el pago de las subvenciones vecinales de este año en medio de la tormenta de la polémica de las duplicidades detectadas en 2014. El ejecutivo entregará los 70.000 euros presupuestados y destacó que han sido aceptados el conjunto de proyectos presentados.
Entre las propuestas no se encuentran las mesas y sillas de las fiestas del barrio, una exclusión que ha generado un enfrentamiento entre los munícipes progresistas y tres federaciones vecinales de la ciudad. El ayuntamiento ha retirado esta subvención al haber detectado una duplicidad en este cobro por parte de varias entidades vecinales en 2014. Éstas, según el ejecutivo, recibieron una subvención de mesas y sillas de la Concejalía de Participación y cobraron por lo mismo de la Junta de Festes. El consistorio sólo puede financiar un concepto sólo una vez, pero el pasado año no tuvo constancia de las ayudas de la Junta de Festes, ya que actuó de manera autónoma y eludió una convocatoria pública.
La retirada de las mesas y sillas de las subvenciones ha provocado una polvareda en el seno de las citadas federaciones. El cénit de la confrontación se produjo en el consejo constitutivo de Participación Ciudadana del pasado martes. El ayuntamiento admitió un error en la información de las mismas -eran 13 y no 16 las asociaciones que cobraron doblemente-, y anunció la creación de una comisión de trabajo que analizará el método de concesión las subvenciones con la finalidad de evitar futuribles dobles cobros por una misma cuestión.
A esta mesa también se invitará a los representantes vecinales en un intento de rebajar la tensión de las últimas semanas. Los munícipes progresistas excluyen a las asociaciones de la anomalía y responsabilizan a una falta de control del anterior equipo del Partido Popular.
Ahora, ha aprobado con celeridad el pago de las subvenciones de este ejercicio. La convocatoria se abrió con retraso -en agosto- al no haberse tramitado antes de las elecciones y el pago de las ayudas se ha aprobado sólo un mes después de que finalizara el plazo para presentarse los proyectos. Además, fuentes municipales subrayaron que no se ha quedado fuera ninguna de las actuaciones solicitadas por las 41 asociaciones que se han acogido a las ayudas.
Las 41 suponen el 80 % del tejido vecinal de la capital. Cada entidad recibirá una media de unos 1.700 euros, que servirán para costear talleres o cursos que organizan a lo largo del año. Este dinero se une a los alquileres municipales de una veintena de locales vecinales que sufragan las arcas municipales.
El gobierno local quiere introducir poco a poco un nuevo sistema de participación, sin dejar de afrontar los compromisos contraídos. Apuesta por crear espacios polifuncionales vecinales en cada distrito, que podrían abaratar el coste de los actuales alquileres. Ante la imposibilidad de construir nuevos edificios, estudia facilitar espacios en inmuebles operativos como el centro Urban, el Casal Jove del Grau o el centro municipal de Cultura.
