Marcelino es un hombre que tiene claro lo que quiere. El técnico del Villarreal, en sus ya tres temporadas y media al frente del equipo amarillo, ha construido un conjunto con unas características muy reconocibles que, año tras año, ha firmado unos arranques ligueros muy similares. Aunque en esta campaña el parón liguero ha dejado el mejor submarino de Marcelino después de siete jornadas, desde que el club castellonense regresó a Primera División. Así se explica el liderato.
Lo cierto es que los números son bastantes similares, en estas tres temporadas, pero lo que ha conseguido el Villarreal en esta ocasión supera lo logrado en los dos años anteriores. El equipo de Marcelino ha sumado 16 puntos, el segundo mejor comienzo de los amarillos en la Liga BBVA de su historia, tras 5 triunfos consecutivos entre la segunda y la sexta jornada, un empate ante el Betis y la derrota de la semana pasada frente al Levante.
El equipo amarillo ha logrado solventes e importantes triunfos contra el Atlético de Madrid, el Athletic de Bilbao o el Espanyol que le han permitido alcanzar la primera posición. Además, se ha mostrado más acertado que al principio de la anterior campaña.
El Villarreal de Marcelino, tras siete encuentros, sólo había sumado 11 puntos y se encontraba en la séptima posición. Es cierto que el calendario tampoco fue benévolo para el equipo de la Plana Baixa que se vio obligado a disputar dos de sus tres primeros partidos en casa contra el Barcelona y el Real Madrid.
De hecho, las dos derrotas sufridas por el submarino en el comienzo de la temporada fueron contra los azulgranas y los merengues. 0-1 en el primer caso y 0-2 en el segundo. Pero además el equipo de Marcelino sumó dos empates inesperados en encuentros que podrían haber sido perfectamente victorias. En Los Cármenes, igualó a cero contra el Granada y en Ipurua, frente al Eibar, no pasó del empate a uno.
De los tres triunfos logradas en las siete primeras jornadas de la anterior campaña, llama la atención que dos de ellos fueron lejos de El Madrigal. El Villarreal inauguró la Liga con una victoria en el Ciutat de València contra el Levante por 0-1 y, en la séptima jornada, superó en Balaídos por 1-3 al Celta. El otro triunfo fue en la cuarta jornada contra el Rayo en casa. 4-2 fue el resultado.
Un empate de diferencia
Las cifras conseguidas por Marcelino esta temporada son muy similares a las firmadas por el equipo en su retorno a la categoría. En la temporada 2013-2014, el Villarreal sumó 14 puntos de los 21 disputados tras siete jornadas.
Sólo un empate de diferencia entre aquel equipo y el de esta campaña. En aquella ocasión, los amarillos lograron cuatro triunfos, empataron en dos encuentros y también perdieron en un duelo. La derrota se hizo esperar hasta la séptima jornada, como este año, después de conseguir 14 puntos de los 18 puestos en juego.
Los de Marcelino cayeron por 1-0 en el Benito Villamarín. Hasta entonces, había vivido un magnífico arranque de temporada. Los amarillos se impusieron en los tres primeros encuentros. En el estreno, superaron por 2-3 al Almería. Posteriormente, vencieron al Valladolid en El Madrigal (2-1) y ganaron en casa del Osasuna por un claro 0-3.
Tras estos resultados, llegaron dos empates consecutivos frente al Real Madrid en casa (2-2) y en Balaídos frente al Celta (0-0). La victoria contra el Espanyol por 2-1 en El Madrigal ponía fin a la racha positiva de la 2013-2014 que se cortó en Sevilla con la derrota contra el Betis.
