El Ayuntamiento de Vila-real ya ha asumido en lo que va de año más de 47.000 euros en solucionar reparaciones y desperfectos vinculados al Centro de Tecnificación Deportiva (CTD), una infraestructura que el consistorio estrenó hace pocos meses. El consistorio pondrá sobre la mesa este asunto en la revisión del convenio que tendrá que pactar con la Generalitat en los próximos meses.

La concejala de Deportes, Sílvia Gómez, informó de que el equipo de gobierno ha tenido que salir al paso de aspectos deficitarios de la construcción de una infraestructura que costó 28 millones de euros, siendo las goteras del techo del pabellón una de las más importantes. No solo eso, sino que debido al agua que entraba también se malogró el parqué, que también ha sido renovado sin que prácticamente haya tenido uso. Ante estos gastos imprevistos, el consistorio planteará a la Generalitat que colabore en la reparación del techo, uno de los aspectos más caros dentro del total de 47.000 euros invertidos en 2015.

Asimismo, y tras el encuentro de la semana pasada entre el alcalde Benlloch y el responsable autonómico de Educación, Vicent Marzá, próximamente habrá una segunda reunión centrada solamente en la instalación deportiva en la que el ayuntamiento pondrá sobre la mesa una nueva fórmula que permita compartir los gastos de reparación de desperfectos, y de esta forma aliviar unas arcas municipales de las que salen 350.000 euros anuales solo en mantenimiento. En las conversaciones con la administración autonómica, el consistorio pedirá permiso para iniciar unas obras claves para abrir la zona de spa del CTD. Existe el problema de que dicho espacio no está conectado con la piscina, y hay que salir al exterior, y la Concejalía de Deportes plantea construir «un pasadizo que garantice la seguridad de los usuarios y de los socorristas».

Otro aspecto en el que también se ha tenido que actuar son las obras para hacer adaptables la piscina cubierta y la sala polivalente donde se realizan actividades deportivas. «Llama mucho la atención que un edificio tan nuevo no estuviera adaptado, o que los bancos de los vestuarios no fueran capaces de soportar el peso de cinco personas sin romperse», criticó la edil.

Lo que sí tiene claro el equipo de gobierno es que no habrá marcha atrás con una infraestructura que se considera «prioritaria». «En su momento redactamos el plan de viabilidad para abrir la piscina todos los días y el pabellón puntualmente, y el presupuesto de 2016 contemplará este escenario también, a la espera de que del diálogo con la Generalitat, pero también con la Diputación, salga un acuerdo que permita abrir el centro a pleno rendimiento», afirmó Gómez.