Ramón Calderé ya tiene sustituto al frente del CD Castellón. El también catalán Kiko Ramírez se hace cargo desde hoy de dirigir a un equipo que, aunque su objetivo final es el ascenso, ahora mismo se encuentra a 13 puntos del liderato y a 8 puntos de los puestos que dan acceso a la promoción de ascenso.

Después de la reunión entre la directiva albinegra y el entrenador del pasado lunes, Ramírez aceptaba en la tarde de ayer la oferta del club de la Plana. De esta manera, él será el encargado de reflotar una nave que ahora mismo se encuentra a dos puntos del descenso de Regional Preferente. Entrenará por primera vez al grupo hoy a partir de las 10.30, en el Sindical, antes de su presentación oficial en Castalia a las 13.00.

Nacido en Tarragona el 14 de julio de 1970, Ramírez afrontará su segunda aventura como entrenador en Tercera División. Tras ejercer de segundo técnico del Nàstic de Tarragona con preparadores como José Carlos Granero, Luis César Sampedro o Jordi Vinyals y dirigir al Juvenil del club, Ramírez se sentó en el banquillo del filial tarraconense, el Pobla de Mafumet, en la campaña 2010-2011. Dos buenas temporadas al frente del equipo le permitieron al club clasificarse para la promoción de ascenso a Segunda División B. La primera experiencia fue frustrada por una sanción por alineación indebida, que dejó a la Pobla de Mafumet sin competir, pero en la segunda oportunidad el conjunto sí que peleó por el ascenso y llegó a la última eliminatoria, aunque el ascenso no era posible ya que el Nàstic descendió a Segunda B.

El siguiente destino de Ramírez fue precisamente el equipo grana, en la temporada 2012-2013. El nuevo técnico del Castellón llegó con el objetivo de retornar al Nàstic, el club donde se formó y jugó gran parte de su carrera futbolística, a la Liga Adelante. Pero la experiencia no fue satisfactoria. Sólo un triunfo en las ocho primeras jornadas forzaron su destitución.

Tuvo que esperar hasta octubre de 2013 para regresar a los banquillos. Fue entonces cuando recibió la llamada de l'Hospitalet. El conjunto barcelonés sustituyó al argentino Martín Posse, que dimitió cuando el equipo estaba en puestos de descenso a Tercera. Ahí comenzó la mejor campaña de Ramírez como técnico ya que clasificó al equipo como segundo para el play-off de ascenso. Tras eliminar al Cádiz y al Hoya Lorca, el Leganés evitó que l'Hospitalet ascendiera de categoría.

Después de tener que armar una plantilla prácticamente nueva, el pasado año mantuvo al equipo en mitad de tabla, pero sin conseguir el objetivo de volver a disputar la promoción de ascenso. En mayo anunciaba que no iba a renovar.

Su logro más recordado quizás sea el empate a dos cosechado con el equipo catalán en la Copa del Rey frente al Atlético de Madrid. L'Hospitalet igualó en diciembre del pasado año en el Vicente Calderón ante los colchoneros en la vuelta de los dieciseisavos de final, tras haber perdido 0-3 en la ida.

Buena gestión del vestuario

Kiko Ramírez es una nueva apuesta del director deportivo del Castellón, Ramón Moya, que contó con el tarraconense como jugador durante su paso como técnico por el Nàstic de Tarragona. De Ramírez se valora especialmente su capacidad de gestión del vestuario, algo muy necesario para un Castellón que ha sufrido demasiados problemas internos durante este arranque liguero.

En el apartado táctico, el técnico suele apuostar por un 4-2-3-1 y, aunque se propósito final es jugar bien al fútbol y buscar el espectáculo, lo más seguro es que apueste por ofrecer una versión más resultadista al principio para intentar reflotar al Castellón. El principal inconveniente al que se puede enfrentar Kiko Ramírez es su desconocimiento del Grupo VI. Hasta ahora sólo ha entrenado a equipos catalanes en Segunda B y Tercera División.