La falta de acuerdo entre la patronal y sindicatos con el nuevo convenio colectivo del azulejo amenaza con romper la paz social de las últimas décadas. Ascer retomó ayer las negociaciones con las delegaciones de CC OO y UGT, pero la reunión acabó igual que empezó; sin acuerdo y con las posiciones enquistadas. Quedan 14 meses para que finalice la prórroga del actual marco laboral (31 de diciembre de 2016) y los sindicatos anuncian posibles movilizaciones después de Navidad, sin descartarse una huelga general.
Los 18.000 trabajadores del azulejo pueden quedarse por primera vez sin convenio colectivo. En las negociaciones de la anterior regularización, el pacto se alcanzó cuando faltaba un año para expirar y con la convocatoria de huelga asomando. Ahora parece que las distancias son insalvables, aunque el miedo de ambas partes a un escenario de conflictividad social podría reconducir el acuerdo. Ayer insistieron con sus propuestas iniciales y se emplazaron a otra reunión el 18 de noviembre.
La patronal quiere más ajustes por la situación económica, unos recortes que los sindicatos consideran inasumibles. CC OO y UGT defienden una moderación salarial y mantener las condiciones del convenio ahora en vigor. Los empresarios proponen un aumento de un 0,3 % sin revisión, (que para los sindicatos supone una congelación), la eliminación de la antigüedad, la convergencia de sueldos de empresas antiguas con más modernas y la flexibilización de la jornada laboral.
Ascer esgrimió -según fuentes de la patronal en un comunicado -«que la situación de atonía general del sector está lejos de asegurar la consolidación de su crecimiento, siendo muchas las empresas que están pasando dificultades y mucho el empleo que continúa en riesgo». «A pesar de que se han hecho muy importantes esfuerzos en el área exportadora, el mercado nacional, verdadero motor de la industria y del empleo, dista mucho de arrancar», añadieron las mismas fuentes, que añadieron que las «señales de crecimiento de la economía se están ralentizando. El informe del Banco de España invita a la industria a moderar sus costes, también los salariales, para garantizar su competitividad. Los márgenes siguen bajando debido a la enorme presión en los precios que ejerce el mercado internacional»».
Los sindicatos indicaron que la patronal suele lanzar mensajes alarmistas cuando tiene que negociar un nuevo convenio y reiteraron que su posición es inamovible. Explicaron que su propuesta es «razonable» y que solo piden incluir un aumento moderado de los salarios. »Si no crecen los sueldos tampoco sube la inflación», explicó CC OO, contestando a uno de los argumentos de la organización empresarial.
Los sindicatos también lamentaron la negativa de Ascer a acordar un calendario de próximas reuniones.
Movilizaciones
UGT y CC OO convocarán asambleas en las empresas e impulsarán una recogida de firmas para presionar a favor de un nuevo convenio. En enero, si las distancias continúan igual, estudiarán nuevas movilizaciones, que podrían desembocar en una huelga, la primera del sector en los años de democracia.
