El Ayuntamiento de Castelló y la Fundación Iberdrola revisarán el proyecto de iluminación en la fachada del Fadrí. Los técnicos de ambas instituciones valoran la alternativa más factible, pero el vicealcalde, Enric Nomdedéu, aseguró ayer que las placas colocadas para cubrir las luces led no tienen cabida en el monumento, catalogado Bien de Interés Cultual.
«El ayuntamiento y la fundación no tienen interés en poner aditivos que rompan la estética del Fadrí», sostuvo Nomdedéu. El también portavoz municipal hizo un repaso de la historia de la propuesta, recordó que es herencia de la época del PP y que su grupo era reacio a la misma. A su juicio, el histórico Fadrí ya tiene de por sí un valor que no le hace necesitar elementos adicionales. «Pero lo asumimos -continuó»- por el acuerdo que existía con la Fundación Iberdrola, que aporta una cantidad importante, y porque parecía que no tenía impacto visual».
«Pero una vez vistos los elementos, saltaron las alarmas», sostuvo Nomdedéu. La alcaldesa, Amparo Marco, ordenó el lunes la paralización de las obras y dio instrucciones a sus técnicos para que analizaran una opción menos agresiva con los responsables del proyecto de la Fundación Iberdrola.
El objetivo de esta iniciativa es realzar el campanario a través de una iluminación con leds. La fundación, que ha impulsado proyectos parecidos en otros edificios históricos de España, asume el 75 % del presupuesto de la inversión, valorada en 90.000 euros. El gobierno progresista pensaba que no iba a suponer una alteración de la fachada, máxime cuando la dirección general de Patrimonio de la Conselleria de Cultura había dado el visto bueno.
Pero para sorpresa del ejecutivo y de vecinos del centro, las obras han comportado un significativo cambio en la imagen original del Fadrí. No sólo se han instalado unos focos en el suelo, sino también unos elementos metálicos de color blanco en el edificio, que según lo manifestado por el actual gobierno municipal, serán retirados en los próximos días.
