El Villarreal B se acostó como líder del grupo III de Segunda B tras superar a un buen Valencia Mestalla en el Mini, y veremos cuando se siente a la mesa para comer este mediodía si conserva la primera posición. El Reus juega en casa ante el Sabadell y a los reuencs sólo les sirve el triunfo para seguir primeros en la clasificación. Presión para los rojinegros porque la escuadra vila-realense hizo los deberes ganando un partido lleno de alternancias y alternativas. El gol, ese que se paga caro y que tiene en sus botas Carlos Martínez, encarriló el partido ante un digno rival.

Salió respondón el filial del Valencia. De hecho, lo hizo todo muy bien hasta que recibió el gol mediado al filo de la media hora de juego, y el segundo les dejó tocados y medio hundidos. Pero hasta el 1-0 el equipo valencianista insistió, se acercó y tuvo dos grandes ocasiones para marcar primero. Lo evitó, en el primer intento, el arquero guipuzcoano Aitor Fernández a tiro envenenado de Víctor Ruiz. Eso en el minuto 20. Cinco más tarde el internacional Fran Villalba lanzó desde lejos por encima del larguero. El Villarreal B no aparecía. Le costaba todo mucho.

Y lo que son las cosas. La primera aproximación acabó en gol. Eso sí, a balón parado. Desde el carril diestro sacó la falta el argentino Leo Suárez y el oportuno Carlos Martínez remató al fondo de las mallas. El 1-0 cambió la decoración. La escuadra amarilla abrió el juego por las bandas, lo intentó por el centro,? El acoso estaba servido. En pleno dominio groguet, el cordobés Alfonso Pedraza, indultado por el CEDD, se adentró por la izquierda y lanzó con potencia. El cuero se estrelló al palo izquierdo de Álex. El rechace le llegó a Leo Suárez que envió al fondo de las mallas. El 2-0 era una gran diferencia.

Pero la fiesta no acabó de ser completa porque el Mestalla le puso emoción el duelo de rivalidad. Una falta escorada y directa de Diego Caballo significó el 2-1, y pasando medio minuto del tiempo reglamentado Nacho Gil hizo volar a Aitor para rechazar el cuero a saque de esquina. Con el 2-1 se llegó al descanso y con 3-1 prácticamente arrancó el segundo acto porque a los 35 segundos el colegiado cobró penalti (muy protestado) por derribo a Carlos Martínez.

El propio delantero barcelonés transformó la pena máxima y con el 3-1 el camino se desbrozó un poco más. Nadie se podía fiar lo más mínimo. En pleno intercambio de golpes, porque el Valencia Mestalla a pesar de su posición en la tabla gustó y batalló lo indecible, unas manos del lateral Carlos Julio acabó en penalti y en gol transformado por un gran Nacho Gil. 3-2 y todo en un puño. El partido estaba interesante y se puso emocionante. Ocho minutos más tarde una jugada llevada por Alfonso, acabó con varios rechaces y el lateral Adrián Marín fue el encargado de marcar. Ver para creer. A partir de ahí, del 4-2, el partido estuvo más controlado por el equipo de Paco López.