El Parlamento Europeo acogió esta un foro sobre cerámica en el que se abordó la delicada cuestión sobre si conceder o no el estatus de economía de mercado a China. Esta decisión eliminaría las medidas «antidumping» y, según Ascer, puede tener «graves consecuencias» en la industria cerámica. En política medio ambiental, se debatió de la protección por la fuga de carbono según la revisión del sistema de comercio de emisiones (EU ETS) que regirá a partir de 2020.

El evento, coorganizado por los Presidentes del EPCF, los eurodiputados Paul Rübig e Inmaculada Rodríguez-Piñero, atrajo a más de 120 participantes de instituciones europeas, de la industria cerámica y otras partes interesadas.

El vicepresidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, destacó la importante contribución de la industria cerámica en el objetivo de alcanzar una participación del 20% en el PIB de la industria europea en 2020. Tajani añadió que mantener una política comercial firme así como un escenario en igualdad de condiciones son aspectos cruciales para que la UE pueda competir a nivel mundial.

El primer bloque, Instrumentos de Defensa Comercial de la UE y Estatuto de Economía de Mercado de China, fue moderado por la eurodiputada Jude-Kirton Darling.

Entre los ponentes se encontraban MEP Rodríguez-Piñero, Leopoldo Rubinacci-Director de la D.G. Comercio, Ines Van Lierde-portavoz de AEGIS Europa y Alain Delcourt-Presidente de Cerame-Unie. La concesión del estatus de economía de mercado a China deriva de un párrafo del protocolo de adhesión de China a la OMC que expira en 2016. Señalaron que este cambio no es automático y coincidieron en que China no cumple los criterios necesarios para poder ser considerada una economía de mercado. Mientras hay quienes sostienen que se trata de una decisión política, la industria insta a los políticos a no ignorar la realidad económica, y es que la eliminación de las medidas antidumping pondría en riesgo al menos 100.000 puestos de trabajo directos de la industria cerámica europea. Recientemente un estudio independiente mostró que hasta 3,5 millones de empleos en Europa podrían quedar expuestos si se le concediera prematuramente el estatus de economía.