El Ayuntamiento de Castelló prevé un presupuesto de 1.614.000 euros el próximo año para el plan contra la pobreza energética y otras ayudas individualizadas a familias sin recursos. Es la primera vez que se destina una partida concreta en los presupuestos municipales para asumir las necesidades básicas de energía de los hogares castellonenses, según explicó ayer el concejal de Bienestar Social, José Luis López.

Aunque no hay una estimación del número de familias que pueden resultar beneficiarias de la prestación, el ayuntamiento ya está tramitando ayudas de agua y luz, por lo que sí espera una demanda significativa de este servicio. «Si conforme transcurre el año vemos que no hay suficiente presupuesto para cubrir las solicitudes de ayuda, dotaremos el plan con más presupuesto, y si, por el contrario, sobrara, lo destinaríamos a otras ayudas de alimentación y emergencia social», indicó López.

El plan contra la pobreza energética puesto en marcha por el Ayuntamiento de Castelló se sustenta también en la colaboración del consistorio con las empresas suministradoras de energía. El equipo de gobierno prevé firmar la próxima semana un acuerdo con Endesa, por el que en caso de impagos de los hogares se comprometa a no suspender el suministro eléctrico.

El equipo de gobierno ya suscribió este convenio hace unos meses con Facsa e Iberdrola, para evitar cortes de luz y agua a las familias más desfavorecidas. En virtud de ese acuerdo el ayuntamiento informa a la compañía de que el usuario es un beneficiario de una ayuda municipal, con lo que se evita la suspensión del suministro. Las compañías, por su parte, se comprometen a aceptar y facilitar la forma de pago de las ayudas municipales adoptadas por el ayuntamiento, sin la aplicación de ningún tipo de interés o comisión adicional, y a dejar en suspenso el corte de suministro de electricidad o de gas desde el momento en que reciba esta comunicación.

Cabe recordar que la pobreza energética viene definida por la Asociación de Ciencias Ambientales como «la incapacidad de un hogar de satisfacer una cantidad mínima de servicios de la energía para sus necesidades básicas, como mantener la vivienda en unas condiciones de climatización adecuadas para la salud». Este organismo establece que la temperatura de los hogares debe estar entre 18 y 20 grados en invierno y 25 en verano. Sin embargo, muchas familias no pueden hacer frente a los recibos.

Sólo el año pasado Cruz Roja repartió 655 ayudas de luz, agua y gas a familias de la provincia de Castelló. Este problema no afecta sólo a personas en paro, sino también a hogares en los que aun habiendo trabajadores no ingresan lo suficiente para poder asumir las facturas, según explicaron desde la oenegé.