Las patronales suelen lleva a cabo sus relevos de forma sosegada y por consenso. La presentación de varios candidatos a unas elecciones a la presidencia es algo inusual. Tal como se había anunciado, Ascer revalidó ayer a Isidro Zarzoso de presidente y reforzó su unidad de cara a la negociación del convenio colectivo.

En la asamblea se sometió la elección los cargos de presidente, un vicepresidente y cinco vocales de junta rectora de la organización. Según establecen los estatutos de la asociación, se mantienen los periodos de elección cada cuatro años pero renovando cada dos años la mitad de la junta rectora (cinco vocales), presidente y un vicepresidente, mientras dentro de dos años tocará el turno a cinco vocales y dos vicepresidentes.

No hubo sorpresas e Isidro Zarzoso (consejero delegado de Realonda) fue proclamado presidente por aclamación. Ostentará el cargo por un periodo de cuatro años. Juan Francisco Ramos (Porcelanosa, S.A.) también continuará como uno de los tres vicepresidente, junto a José Castellano (Cerámica Decorativa) y Juan Francisco Ramos (Porcelanosa), quien serán objeto de votación dentro de dos años.

Entre las diez vocalías los cambios han sido mínimos. Las ocupan Ricardo Aparici (Cerámica Nulense), Rodrigo Vives (Cerámica Vives), Jorge Francino (Cerámicas del Foix), Miguel González (Colorker), Luis Hernández Sanchís (Grespania), David Fernández (Hatz Spain), José Luis Lanuza (Keraben Grupo), Manuel Rubert (Natucer), Ismael García (Peronda Cerámicas), y Lino Díaz (Roig Cerámica). Salen Diago Navarro (Cerámica Saloni) y Jorge Bauset (Pamesa Cerámica).

La nueva junta rectora asegura que asume «como principal misión velar por los intereses de la industria cerámica española, un sector productivo clave en la economía nacional», según trasladaron fuentes de Ascer al finalizar la asamblea.

En este contexto de consenso, Ascer se reunirá el 16 de diciembre con los sindicatos de CC OO y UGT para continuar con las negociaciones del nuevo convenio colectivo. Pide un esfuerzo a los trabajadores por la inestabilidad internacional. Las centrales sindicales amenazan con convocar una huelga el próximo año.