Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Para ser feliz en el trabajo hay que entrenar el cerebro

Las personas felices en el ámbito laboral buscan tareas que conecten con sus valores, no se resignan y no son adictas al trabajo

Para ser feliz en el trabajo hay que entrenar el cerebro

La felicidad es una quimera, opinan muchos. Pero lo cierto es que a pesar de la pobreza, la enfermedad, la crisis y otras adversidades, hay gente que se considera feliz. Son una rara avis, pensarían algunos, y la ciencia los estudia con detenimiento desde que un buen día, con el cambio de siglo, los psicólogos se dieron cuenta de que se conocía minuciosamente la depresión o la ansiedad, pero no se había investigado el funcionamiento de las personas felices. Así surgió la psicología positiva, y en ese marco conceptual se sitúa la investigación del grupo de Prevención Psicosocial y Organizaciones Saludables WONT de la Universitat Jaume I (UJI), que traslada el estudio sobre la felicidad al ámbito laboral.

¿Es posible ser feliz en un ambiente de trabajo hostil, con condiciones salariales paupérrimas, un jefe tirano o compañeros trepas? Las investigaciones dicen que sí. «Las personas felices en el trabajo lo son también fuera de él, hemos comprobado que tienen unas características comunes, experimentan más emociones positivas que negativas y, además las buscan», explica la directora del grupo de investigación, Marisa Salanova. A estas personas les caracteriza también la búsqueda de tareas que conectan con sus valores. De hecho, uno de los principales indicadores del burnout o síndrome del trabajador quemado es que su cometido profesional deja de tener sentido, según detalla la experta.

Entre las virtudes de las personas felices en su puesto de trabajo está también su actitud proactiva, buscan aquello que les proporciona bienestar. Eso sí, «al final del día acaban agotadas, pero no porque sean adictas al trabajo, sino porque persiguen lo que quieren, no se resignan», afirma Salanova. En definitiva, practican lo que la especialista llama un «optimismo inteligente, no un optimismo rosa».

Hay que tener en cuenta que el contexto limita y que los trabajadores no pueden cambiar los condicionantes externos. «No puedes permitirte dejar el trabajo, de la misma manera que no puedes cambiar otras cosas de tu vida, como el marido, por ejemplo, -ilustra con simpatía la profesora-, por ello hay que centrarse en lo que podemos hacer, en lo que sí podemos cambiar».

La clave está en adiestrar el cerebro para buscar lo positivo. «Hay un ejercicio clásico en psicología denominado 'Las tres bendiciones': todos las noches nos vamos a la cama pensando en negativo porque el cerebro busca y analiza las amenazas para sobrevivir, pero tenemos que pensar qué tres cosas buenas nos han pasado hoy». No se trata de buscar grandes acontecimientos, que se dan en contadas ocasiones en la vida, sino en fijarse en las pequeñas cosas que proporcionan alegría, placer o tranquilidad. Un rayo de sol en un día invernal o el saludo amable de un vecino pueden aportar una dosis de bienestar en un momento dado. Estos pequeños hitos rutinarios suceden también en el ámbito laboral y son los que deben ponerse en valor.

Entrenar el cerebro para pensar en positivo requiere constancia, «es como ir al gimnasio, no se saca músculo en un día», indica la profesora. Con este tipo de ejercicios se crean «surcos» en la mente, patrones de pensamiento para buscar lo bueno, y con el tiempo «sale de manera natural porque hemos entrenado el cerebro», señala. Como consecuencia, mejoran las relaciones con los demás y aumentan los niveles de bienestar.

Pero no sólo el trabajador puede encontrar la felicidad, las empresas también. Para ello, es fundamental que la dirección y los cargos intermedios se impliquen, recalca Salanova. El grupo que lidera ha investigado herramientas y protocolos de intervención y los ha aplicado en organizaciones. Entre las entidades con las que ha trabajado, se encuentran la propia UJI, el Hospital Jaime I y el Hotel Luz.

Compartir el artículo

stats