Borriana cuenta con dos carreteras importantes que van de la ciudad a la zona marítima, aparte de otros caminos rurales que también deberían tenerse en cuenta, dado que la zona marítima es muy extensa y en gran parte urbanizada, caminos que con una restauración de asfalto de vez en cuando permiten solucionar el problema.

Da la impresión, según el equipo de gobierno, que la carretera del Puerto, con la dotación de una amplia acera y un carril bici, ya ofrece una mayor seguridad para el tráfico vial y de peatones. Pero lo realmente triste es que tanto gobierno como oposición no se acuerdan de la carretera que va desde la ciudad a la zona del Grao, la cual tiene dos conexiones importantes, una la rotonda de la carretera de Almassora con la del camino la Cosa, de forma que el acceso a la carretera del Grao se simplificaría totalmente.La otra parte del proyecto, es quizás más sencilla, la carretera del Grao está urbanizada, con amplias aceras, con calles de acceso a la urbanización del Novenes. A este acceso al Grao solamente le resta urbanizar y dotar de seguridad unos 500 metros.

Todos somos conscientes del tiempo que transcurre desde que se inicia un proyecto hasta su ejecución, más aún, cuando hay que gestionar expropiaciones. Pero este proyecto que va desde la rotonda de Novenes hasta el Grao no supondría una gran inversión y se ganaría seguridad. Hay que tener en cuenta que esta carretera en verano tiene el mismo tránsito que la del Puerto, es el acceso natural para toda la gente que vive o trabaja en Vila-real, Castelló u Onda. Este proyecto también daría más vida a la zona del Clot de la Mare de Déu que va paralelo a la carretera. Demasiadas ventajas como para no acometerlo con urgencia.