Los vecinos de La Vilavella que necesiten acudir a Correos podrán hacerlo a partir de ahora en el despacho habilitado por el equipo de gobierno en las nuevas dependencias del ayuntamiento, una medida tomada para evitar que la central de este servicio en Madrid eliminara la oficina con la que contaba la localidad, tal y como se notificó al consistorio el pasado mes de septiembre.

Según explicó ayer la alcaldesa, Carmen Navarro, «cuando tuvimos conocimiento de que se iba a eliminar este servicio contactamos con los responsables para negociar una alternativa», y se reunieron con el responsable territorial de la Comunitat y el director de la oficina de Nules.

El principal problema que se planteó era que la única persona que prestaba servicio de Correos en el municipio lo hacía desde una oficina alquilada, un coste con el que los servicios centrales «no estaban de acuerdo», pero además, a efectos de su organización La Vilavella solo constaba como «reparto de cartero rural» y dada la proximidad de la oficina de Nules, entendían que los usuarios podían acudir hasta el pueblo vecino para realizar sus gestiones.

Cuando se iniciaron contactos, «el jefe de Correos nos comunicó que la única posibilidad para que permanecieran en la Vilavella era que el ayuntamiento cediera un local». Desde la determinación de no perder este servicio, el equipo de gobierno decidió reorganizar el espacio existente en las nuevas dependencias para habilitar un lugar que ceder a Correos y así se hizo, aunque a cambio se han conseguido varias contraprestaciones, como que no se cobrará el franqueo de los envíos postales que realice el ayuntamiento. Además, se ampliará el área de reparto, de manera que «se llegará a las urbanizaciones exteriores y posiblemente, en breve, también se entregarán las cartas y paquetes en las viviendas de la zona de montaña».